Antigua y Barbuda, Trinidad y Tobago y Paraguay se unieron a la campaña Mares Limpios de ONU Medio Ambiente, la mayor alianza global para combatir la contaminación por plásticos en los mares, que ya cuenta con la adhesión de 60 países.
Las tres naciones se apuntaron a Mares Limpios durante la Cuarta Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, en Nairobi, donde más de 4.700 delegados, y líderes empresariales y de la sociedad civil de 170 países se reúnen para elaborar nuevas directrices que permitan a la humanidad prosperar sin degradar los recursos finitos del planeta.
La campaña Mares Limpios, lanzada en 2017, trabaja con gobiernos, empresas y ciudadanos para eliminar el uso innecesario de plásticos desechables y proteger nuestros océanos y ríos de la marea tóxica que amenaza los medios de vida costeros y la biodiversidad marina. Los países que integran la campaña custodian más de 60% de las costas del mundo.
En 2016, Antigua y Barbuda se convirtieron en el primer país de América Latina y el Caribe en prohibir las bolsas de plástico de un solo uso en 2016. La nación caribeña ahora trabaja para eliminar los productos desechables de poliestireno, lo cual espera lograr durante el próximo año. También busca ampliar su capacidad de reciclaje y extender un esquema para recolectar y reusar botellas de plástico.
“Desde la introducción de la primera prohibición en la región de las bolsas de plástico de un solo uso en 2016, Antigua y Barbuda ha sido pionera en la lucha contra la contaminación por plástico en los mares. Estamos encantados de unirnos a la campaña Mares Limpios y compartir nuestro impulso y experiencia con otras naciones para que juntos podamos tomar medidas decisivas para revertir esta marea tóxica que amenaza los medios de vida, la vida silvestre y la supervivencia de nuestros océanos”, dijo Molwyn Joseph, ministro de Salud, Bienestar y Medio Ambiente de Antigua y Barbuda.
“Estamos siendo arrastrados hacia una degradación ambiental letal. No debemos legar esto a las generaciones futuras. Los líderes de hoy deben tomar medidas. Esperamos que al unirnos a la campaña Mares Limpios podamos impulsar el apoyo mundial para esta causa urgente”, añadió.
Paraguay, un país sin costas, se ha comprometido a limpiar sus ríos contaminados, comenzando en la capital Asunción. Como primer paso, más de 1.000 voluntarios eliminaron 43 toneladas de desechos del río Mburicaó en febrero. El Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible espera restaurar el río a su antiguo esplendor y al mismo tiempo crear conciencia entre la población local sobre la necesidad de eliminar los residuos de forma responsable.
“La contaminación de los ríos y vías fluviales de nuestro planeta es un problema global y todos los países deben desempeñar su papel, incluidas las naciones sin litoral”, dijo el ministro del Ambiente y Desarrollo Sostenible de Paraguay, Ariel Oviedo.
“Paraguay, junto con otros tres países sudamericanos, es el hogar del Acuífero Guaraní, una de las reservas de agua dulce más grandes del mundo. Nos complace unirnos al movimiento mundial contra la contaminación por plástico en los mares. Esperamos inspirar a nuestros ciudadanos y a otras personas a comprometerse por completo a la acción positiva para garantizar la supervivencia de nuestros ríos y océanos”, agregó.
Una de las principales prioridades de Trinidad y Tobago es reforzar su sistema de gestión de residuos y al mismo tiempo educar a la población sobre la necesidad de separar los residuos domésticos.
“Estamos encantados de unirnos a este poderoso movimiento mundial para enfrentar la contaminación por plástico en los mares. Como una nación de islas gemelas, con espacio limitado, estamos interesados en desarrollar soluciones de gestión de residuos sostenibles y ampliar nuestra capacidad de reciclaje. Hemos visto el efecto devastador de los plásticos en nuestras playas y queremos ser parte de la solución global”, dijo la ministra de Planificación y Desarrollo, Camille Robinson-Regis.
Cada año, alrededor de 8 millones de toneladas de plástico terminan en los océanos. Eso es equivalente a verter la carga de un camión de basura cada minuto. Los residuos plásticos amenazan a las criaturas marinas y ya han ingresado a la cadena alimenticia humana en la forma de microplásticos, con consecuencias para la salud aún por descubrirse.
La conciencia sobre la necesidad de actuar urgentemente contra la contaminación por plásticos ha estado creciendo en América Latina y el Caribe, una región particularmente vulnerable a la basura marina y las amenazas ambientales causadas por el cambio climático, como tormentas cada vez más poderosas.
Fuente y Fotografía El Nuevo Siglo.