El ministro de ambiente, Luis Gilberto Murillo, confirmó este miércoles que el hombre sospechoso de haber disparado y matado a un oso de anteojos en Fómeque (Cundinamarca), cerca al Parque Nacional Natural Chingaza, fue capturado por las autoridades.
El animal de 11 años murió el pasado 19 de marzo, y desde entonces la autoría de este hecho no se había determinado. Este caso alarmó al país porque tan solo unos días antes una persona había sido condenada por atentar contra esta especie en peligro de extinción. La condena fue de cinco años de cárcel.
El oso que murió en Fómeque fue hallado en un afluente de la quebrada el Raudal, con disparos en su cuerpo, que pesaba aproximadamente unos 100 kilos. Ciudadanos habían reportado actividades de caza en la zona, y por eso la Policía hacía presencia.
El sujeto que fue capturado este miércoles confesó que le disparó al animal, y dijo que lo hizo porque el oso invadió su terreno y estaba agrediendo a varios de sus animales. Podría ser procesado por los delitos de maltrato animal y porte ilegal de armas. Las autoridades ofrecían una recompensa de $15 millones para las personas que suministraran información para dar con los responsables.
“La persona que cometió este hecho lo hizo de manera premeditada con un tipo de munición que sabía que le iba a causar la muerte al animal y por la forma de la herida fue una herida causada a corta distancia”, había declarado Orlando Feliciano, médico veterinario, al contar detalles del estudio forense del animal.
Fuente y Fotografía ElEspectador.com