Investigadores de la Universidad de Adelaida, en Australia, comprobaron luego de tres años de observaciones y experimentos submarinos que en los medios con una mayor concentración de CO2 proliferaban una o dos especies de pequeño tamaño y conducta dominante. Para ello se basaron en el análisis de las interacciones entre peces alrededor de volcanes submarinos, donde la concentración de CO2 se asemeja a la prevista en el mar a finales de siglo.
Según expresa en un comunicado de la universidad Ivan Nagelkerken, uno de los investigadores principales: “Las especies pequeñas normalmente se mantendrían bajo control por sus depredadores de tamaño mediano, pero la acidificación del océano también está trasformando los ecosistemas de algas marinas a cubiertas de bajas hierbas de forma que se está perdiendo el hábitat que protege a estos depredadores, por lo tanto se están perdiendo estas especies”.
A la vez, detectaron que mientras los depredaderos de estas ratas y cucarachas de mar desaparecían, el número total de estos peces aumentaba al beneficiarse de un aumento de comida y una menor competencia. Sin mencionar que el aumento de esta acidez en el mar, provocada por el cambio climático, hará que los ecosistemas marinos estén dominados por estas especies “pequeñas y enclenques”, según esta investigación.
Debido a que más del 25% de las emisiones de CO2 producidas por los seres humanos han ido a parar a los océanos, el fenómeno de la acidificación oceánica se ha incrementado a niveles nunca vistos por los seres humanos, pues hablan de un 150% más de ácido.
Los científicos de esta investigación, publicada en Current Biology, recomiendan reducir la sobrepesca de los depredadores de estas especies para evitar la pérdida de biodiversidad en estos ecosistemas, la cual, ya se presenta.
Fuente y Fotografía ElEspectador.com