Últimamente se han visto términos que se han colado en el imaginario de las personas sobre el covid-19 y el vocabulario epidemiológico que se desprende de ella, entre esos la curva epidemiológica y su aplanamiento.
Carlos Álvarez, coordinador nacional sobre estudios covid-19 ante la Organización Mundial de la Salud, y quien además fuera presidente de la Asociación Colombiana de Infectología, explica qué significa esta expresión relacionada intrínsecamente con el manejo que se le da a una epidemia en un territorio delimitado.
Inicialmente, menciona, se tienen en cuenta diferentes factores: la capacidad de transmisión del virus, la forma cómo se transmite, una población susceptible y la cantidad de personas contagiadas, entre otros. “Para evitar que el número de casos crezca los gobiernos entran a partir de ahí a tomar medidas con el objetivo de que esta línea no ascienda de forma acelerada”.
Agrega que sumadas a las acciones colectivas y al autocuidado de cada ciudadano, la curva original esperada empieza a modificarse, “dando a lugar a la reducción de los números de casos de la personas que adquieren el virus, de casos hospitalizados, de muertes, y por lo tanto la fuerza de propagación del virus; contrario a lo que se tenía proyectado si no se hubiese intervenido”.
De manera que, concluye, se seguirán presentando casos, pero mucho menos de los esperados. Además, explica que estos aspectos dan a entender la efectividad de las regulaciones
El “aplanamiento de la curva” es otra de las expresiones que se han vuelto eco en la cultura popular. Expone Álvarez, que para determinar dicho aplanamiento, se tienen en cuenta unos indicadores. Entre esos:
- Número de reproducción efectiva Rt. Es el número de contagiados a partir de una persona infectada para un determinado tiempo, es decir la velocidad con la que el virus se está propagando.
- Esta cifra cambia dependiendo de qué tan cerca estemos de los infectados y que tantos susceptibles hayan a su alrededor. “Se podría simplificar: entre más contacto haya con ellos, más va a aumentar este factor; entre menos, va a disminuir”, define Álvarez.
- Número de casos positivos. La cantidad de pruebas que salen positivas de las que se practican en total. “Este número nos demuestra, de una manera indirecta, qué tanto está circulando el virus”, manifiesta.
- Número de fallecidos. Es la variable para demostrar el impacto que ha tenido la infección en la población. “Nos señala, además, cómo está la atención en salud del territorio”, agrega.
- Número de camas disponibles en UCI y hospitales. Una de las preocupaciones que se genera con esta pandemia es que un segmento de la población requerirá hospitalización y un porcentaje de estos, necesitarán remisiones a cuidados intensivos. “Lo que se busca, es que siempre se pueda dar una respuesta favorable a las atenciones en salud”, aclara Álvarez.
- Número de personas circulando en la calle y haciendo uso de medios de transporte. Dada la naturaleza del virus causante de la covid-19, de ser altamente contagioso, uno de los focos de propagación más comunes son los buses, metros, entre otros.
Álvarez sostiene, tomando como ejemplo lo que sucede en el país, que llegar a “aplanarla” no siempre está relacionado con que desaparezca la curva sino que sea menos alta y más amplia en el tiempo. “La idea no es llegar a un pico epidemiológico, o sea la mayor cantidad de contagios y de muertes en un periodo de tiempo. El objetivo es que haya un mini pico, es decir, que sea más gradual”, señala Álvarez.
Concluye el médico infectólogo y epidemiólogo que, aunque no hay que bajar la guardia, el comportamiento de la epidemia en el país ha tenido el efecto esperado por las medidas que se han venido tomando y el comportamiento de la gente.
Fuente y Fotografía Ministerio de Salud y Protección social