A sus 24 años Egan Bernal volvió a escribir ayer una de las páginas más gloriosas del ciclismo colombiano: se coronó campeón del Giro de Italia, con la doble satisfacción de que lo hizo apenas dos años después de ser el primer suramericano en ser campeón del Tour de Francia y luego de una temporada dramática en 2020, en donde una dolencia en su espalda desembocó en una decepcionante temporada y grandes dudas sobre su futuro.
Sin embargo, confirmado como uno de los tres capos escuadra del Ineos para 2021, arrancó con muchas esperanzas de resurgir. De entrada, su equipo y él se pusieron como meta competir en el Giro de Italia con la intención de ganarlo.
Aunque con la incertidumbre de recaer en su lesión de espalda, el nacido en Zipaquirá se comprometió a fondo con esa meta, hizo una pretemporada muy prometedora y desde el primer día de la prueba italiana, pero sobre todo en las etapas más duras de montaña, en donde tomó rápidamente el liderato, demostró que estaba para ganar la carrera.
Atacando siempre, sacando ventaja etapa tras etapa a sus principales rivales en la alta montaña y corriendo de una manera inteligente. Eso le permitió llegar ayer a Milán, a la última prueba, nada menos que una contrarreloj en terreno plano y con el segundo en la clasificación general a 1 minuto y 59 segundos, una ventaja suficiente para defender y asegurar el título, pero los riesgos siempre están a la orden del día.
Esta etapa 21 a cronómetro fue ganada por otro integrante del Ineos, el italiano y campeón mundial Filippo Ganna.
Luego de defender el liderato en las tres duras etapas de montaña del jueves, viernes y sábados pasados, en la primera de las cuales alcanzó a flaquear pero se recuperó, Bernal corrió ayer con decisión pero cautela. Sabía que su principal amenaza, el italiano Damiano Caruso, estaba a 1,59 minutos detrás en la general, una ventaja que debía administrar en los 33 kilómetros de esta última etapa.
Al final solo perdió 30 segundos ante Caruso y por eso cuando aún le faltaban tres kilómetros para terminar, Bernal fue informado que ya era el campeón y solo había que mantener el ritmo y llegar tranquilo a la meta. Por eso, abrió los brazos en señal de victoria desde 20 metros antes de cruzar la línea final en la plaza del Duomo: había conquistado la segunda “grande” de su carrera, con apenas 24 años, un hecho inédito para el ciclismo colombiano pero, sobre todo, demostrando que atrás quedaron las dudas y los difíciles momentos del año pasado.
Líder sólido
Los expertos habían vaticinado que Bernal y el británico Simon Yates (tercero en el podio pero a más de cuatro minutos, detrás de Caruso, que quedó a 1,29 minutos) eran los llamados a pelear por el Giro. Y no decepcionaron.
El colombiano, apoyado en el Ineos, el equipo más fuerte en carrera, no perdió tiempo en las etapas llanas y en la montaña siempre estuvo adelante. Ganó dos etapas (la 9 y 16 con final en alto), siendo el más fuerte en las dos primeras semanas. En la tercera y definitiva alcanzó a flaquear, sobre todo el jueves pasado pero su “gregario de oro”, el soachuno Daniel Martínez, fue su gran soporte en las duras ramplas italianas.
Esa es la otra gran noticia para Colombia en este Giro: el descubrimiento de Martínez como una realidad, incluso quedó quinto en la general y para no pocos expertos estaba para pelear por la carrera.
“Pies en el suelo”
“Me preguntaba si lograría volver” al máximo nivel, declaró ayer Bernal, al recordar las grandes dudas por la lesión del año pasado y su pésima temporada.
“Ganar el Giro me coloca en una situación maravillosa. Parezco tranquilo en este momento, pero dentro de mí siento una explosión de felicidad”, agregó el zipaquireño.
“En esta carrera he reencontrado la libertad de correr como me gusta, no olvidaré nunca estas tres semanas”, agregó el campeón, que también se ganó la camiseta blanca, como mejor joven.
“Estoy en un muy buen nivel, eso me ha permitido ganar el Giro, pero debo mantener los pies en el suelo porque hay que ver que hay otros corredores como (Tadej) Pogacar y (Primoz) Roglic que también son muy fuertes. Gracias a ellos, voy a encontrar nuevas motivaciones”, añadió.
Sobre su futuro, explicó que “con 22 años gané el Tour, pero, después, no sabía muy bien qué hacer con mi vida. Ganar el Tour es el sueño de todo ciclista. Me preguntaba cómo encontrar una verdadera motivación. Me faltaba determinación. Mis datos eran buenos, pero era consciente que mi situación no era la misma”. Incluso admitió que en su “vida personal ha habido muchos cambios que no han sido fáciles para mí”.
“Fui el primer colombiano en ganar el Tour de Francia, lo que representa algo muy grande para nosotros. Pero, después, con mis problemas de espalda, no logré demostrar lo que quería. He pasado por muchas dudas, me preguntaba si lograría volver, si aún tenía ganas o no”, admitió.
Agregó que “con este Giro he vuelto a encontrar lo que buscaba” y por ello de inmediato, aunque sin ponerse fechas, fijó su próximo gran reto: “Como siguiente objetivo, el más importante sería ganar la Vuelta” a España.
Esta es la tercera grande del calendario mundial, con lo cual podría completar un triplete que muy pocos ciclistas en la historia ostentan. Sin embargo, todo depende de las decisiones del Ineos, que tiene varios líderes para pelear el Tour pero no ha dicho nada sobre sus cartas para la prueba ibérica.
Lo cierto es que Bernal todavía tiene muchos desafíos para seguir enriqueciendo su carrera y el ciclismo criollo. No hay que olvidar que con la victoria de ayer en el Giro de Italia, Colombia suma su quinto título en las tres grandes vueltas del ciclismo mundial.
Luis Herrera (1987) y Nairo Quintana (2016) se impusieron en la Vuelta a España. El segundo (2014) y ahora Bernal fueron campeones del Giro. En el Tour de Francia, el zipaquireño se coronó en 2019.
Para seguir sumando títulos hay material y de sobra: Bernal, Daniel Martínez, Brandon Rivera, Iván Sosa… Y claro, Quintana y Rigoberto Urán, que todavía tienen mucho que dar… Todos ellos están destinados a pelear por más triunfos que, como el de este Giro de Italia, pongan a celebrar a todo un país en medio de tan difíciles y caóticas circunstancias como las actuales.
Fuente y Fotografía Elnuevosiglo.com