Los combustibles renovables de aviación (SAF) podrían cambiar no solo el panorama del mercado mundial de aceites vegetales sino la producción que actualmente tiene Colombia de aceite de palma.
De acuerdo con un informe privado del Bancolombia, con las recientes pruebas exitosas en este tipo de combustibles, el gobierno de EE.UU. estableció un plan a 2050 para reemplazar totalmente el uso de combustibles fósiles de aviación por combustibles renovables.
Así las cosas, el aceite de palma se alza como materia prima clave en ese país para su elaboración, y esto plantea la necesidad para EE.UU. de aumentar significativamente las áreas sembradas, o buscar la materia prima faltante en el mercado global.
Colombia se alza en la región como el más probable proveedor de combustibles renovables. Al ser el principal productor de aceite de palma de Latinoamérica, el país se postula como el principal candidato para producir el combustible SAF en Latinoamérica.
Impulso
Con el reciente impulso que le dio EE.UU. al mercado de combustibles renovables, y las pruebas exitosas que realizó LAN en vuelos nacionales, todo está dado para que Colombia aproveche la oportunidad y dé apertura a un nuevo mercado para el aceite de palma nacional.
Asimismo, la Unión Europea es cada vez más exigente en materias primas libres de deforestación. Algunos estudios demostraron que el biodiésel proveniente de zonas deforestadas podría ser más contaminante que el combustible fósil. Esto llevó a que, en 2022, la UE anunciara una norma, que aún no tiene fecha de implementación, que exigiría que todo el aceite de palma importado provenga de plantaciones establecidas en terrenos libres de deforestación. Para Colombia esta tendencia puede ayudar a ganar relevancia en ese mercado dado que, según algunos estudios, el impacto en deforestación es mínimo comparado con competidores asiáticos e incluso países como Ecuador.
La UE es nuestro principal mercado y será necesario invertir para poder certificar un sector libre de deforestación. Una cosa es saber y decir que en Colombia no es necesario deforestar para crecer el cultivo de palma de aceite, y otra cosa es poder certificarlo. Es por esto que el gremio viene desarrollando una campaña importante en este sentido, y por esto mismo existe un acuerdo de voluntades desde hace algunos años donde participan todos los interesados del sector público y privado. La mejora sustancial en la rentabilidad del sector hace de este el mejor momento para acelerar la inversión en materia de sostenibilidad y, en especial, en los requerimientos para dicha certificación.
No en vano, la inflación viene aumentando la demanda de aceite de palma local. Este aceite se caracteriza por un precio menor relativo a otros como el de soya o el de girasol. Con el fuerte aumento de precios internacionales, y su transmisión al consumidor, las empresas de aceites comestibles han migrado a una mayor compra de aceite de palma local para sus mezclas. El impacto es muy positivo para los palmeros debido a un mayor precio promedio del Fondo de Estabilización de Precios y menores cesiones para compensar las ventas al exterior.
Más cultivos
En respuesta al crecimiento en precios, algunos países incrementaron las áreas de cultivos oleaginosos para la temporada 2022/23, con lo cual se espera que la oferta mundial de aceites se incremente un 7%. Así las cosas, los precios internacionales deberían retroceder en 2023, pero los analistas, en promedio, esperan que estén alrededor del 30%-40% por encima de 2020.
En 2023, los precios del petróleo se mantendrían por encima de niveles prepandemia. Aun cuando es bastante complejo pronosticar el precio del aceite de palma, es posible determinar que difícilmente caiga por debajo del precio de la referencia Brent, que ha sido su piso por varios años. Mientras la situación geopolítica mantenga los precios del petróleo elevados la probabilidad de un desplome en los precios del aceite de palma es baja, por ahora.
De acuerdo con el informe, la tasa representativa del mercado va a seguir jugando a favor del sector palmero colombiano. El precio local del aceite de palma se forma en función del precio internacional y la tasa de cambio. Con las proyecciones actuales de una TRM sostenida en niveles altos es de esperarse que los precios en el mercado local para el aceite y el fruto de palma se mantengan elevados, al menos en 2023. Esto implica que los costos de producción para refinadores de aceites y grasas van a seguir elevados, y que hay poco espacio de corrección para la inflación de los precios de los aceites al consumidor.
Además, en 2022 la producción pudo sostenerse a noviembre con un aumento acumulado del 1%. Podría pensarse que, en 2023, a menos que el efecto de lluvias acumuladas durante más de dos años genere complicaciones sanitarias (pudrición de cogollo, entre otras), la producción debería seguir aumentando por una mayor inversión en el cultivo.
Fuente y Fotografía Elnuevosiglo.com