Históricamente, enero y febrero son los dos meses del año donde las familias tienen más gastos por matrículas, cuotas de vivienda o arrendamientos, transportes, y en que se supone que el consumo es alto.
Sin embargo, en 2023 estas características han variado ante la caída de la demanda de consumo por el impacto de la inflación y de las altas tasas de interés. Muestra de ello es el reporte que acaba de publicar el Bancolombia al respecto y en el que indica que en febrero se registró el crecimiento más bajo en los últimos 24 meses en términos nominales (1%) y una caída del 11% de variación real teniendo en cuenta los efectos inflacionarios.
Indica el informe que estos resultados reflejan las complejidades del contexto económico actual, caracterizado por el surgimiento de manera simultánea de una serie de elementos críticos: un índice de precios al consumidor cerca de máximos históricos y, por consiguiente, ajustes al alza en las tasas de interés.
Por otra parte, es importante mencionar la existencia de una mayor incertidumbre por un panorama a nivel internacional adverso, en gran medida por las tensiones geopolíticas y una coyuntura local compleja que ha profundizado la pérdida de confianza del consumidor.
Los ajustes
El índice de consumo Bancolombia con ajuste estacional, en los últimos meses ha presentado una tendencia a la baja; en febrero alcanzó 91 puntos, 9 puntos por debajo de los niveles observados en 2021, y con una caída de 16 puntos con respecto al mes anterior. Lo anterior se encuentra enlínea con otros indicadores líderes que reflejan un proceso de desaceleración de la economía colombiana y una menor capacidad de compra por parte de los hogares vía una mayor inflación.
“Por otra parte, de acuerdo con nuestra información, la gran mayoría de comercios han reportado incrementos en las ventas en sus establecimientos vía mayores precios (crecimiento nominal); sin embargo, este comportamiento no viene acompañado de un mayor número en unidades vendidas, tal como lo refleja un crecimiento real negativo y la disminución en el número de establecimientos activos en febrero, registrando una caída del 15% frente a enero 2023”, sostiene el análisis del equipo de investigadores a cargo de Juan Pablo Espinosa.
Señala que, en febrero, Manizales fue la ciudad con el mejor desempeño, con un crecimiento nominal del 17% y real del 3%. El grupo de ciudades con un balance similar frente a febrero de 2022 está conformado por Bogotá y Pereira. Por el contrario, en los demás dominios geográficos los niveles de consumo se situaron por debajo de los registros del año pasado, donde los casos más marcados fueron Armenia, Valledupar y Barranquilla.
Presiones
Sin lugar a dudas, el efecto de las presiones inflacionarias influye sobre la dinámica del consumo en las diferentes ciudades del país; de acuerdo con el índice de precios al consumidor de febrero, los mayores incrementos en los precios se presentaron en Bogotá, Cúcuta y Barranquilla.
Los meses con el mejor desempeño en 2022 fueron junio y diciembre, dado que se situaron por encima de los niveles promedio observados durante 2022. Por otra parte, también refleja un proceso de ajuste a la baja a partir de julio de 2022, donde los meses más críticos fueron octubre y noviembre; como era de esperarse, en diciembre se registró un buen desempeño asociado a la temporada de fin de año.
Sostiene la investigación que los resultados de febrero evidencian una menor dinámica en el consumo y donde las categorías con el mejor desempeño frente al mismo periodo en 2022 fueron deportes, domicilios, pagos en línea, restaurantes y entretenimiento, con variaciones en términos reales por encima del 10%.
De acuerdo con lo anterior, se mantiene la dinámica observada en las cifras de gasto de los hogares del DANE, donde las actividades que más incrementaron su participación frente a 2022 fueron restaurantes, viajes y domicilios. En contraste, llama la atención que hipermercados y tiendas por departamento y hogar y tecnología sean las categorías que mayor terreno ceden, dado el alto crecimiento en los precios de los alimentos y de los bienes importados.
El gasto
De acuerdo con la firma Raddar, “este enero ha sido uno de los más difíciles para el gasto de los hogares, porque además se enfrenta a una inflación mayor al 10%. Así mismo la canasta de alimentos para el hogar que registró una inflación del 27,5%, inflación que está generando cada vez más que los hogares tengan que destinar una parte más grande del bolsillo al gasto en esta canasta”.
Sostiene el presidente de Raddar, Camilo Herrera, que “la percepción de los hogares de sentir que compran menos cosas volvió a crecer de manera significativa, resultado que puede ser esperado, ya que, si se tiene en cuenta de que la base de comparación es diciembre, los hogares sin duda alguna pudieron tener menos misiones de compra”.
Según Gastometría de Raddar, el gasto de los hogares en Colombia en enero de 2023 fue de $80,92 billones y en los últimos 12 meses fue de $949,8 billones de pesos. Este gasto presentó un crecimiento corriente anual de 11,4%, debido especialmente a que en el mes de enero se da inicio a la temporada escolar, lo que mueve el gasto en los hogares con niños/as en edad escolar.
“Este gasto tuvo un cambio de -21,3% en pesos corrientes en frente al mes anterior; los hogares tuvieron una inflación mensual de 1,8% y de 13,25% frente al año pasado; esto causó que el gasto de los hogares en términos reales haya decrecido -22,6% frente al mes anterior y decrecido -1,6% frente al mismo mes del año pasado”, sostiene la firma.
Cae la confianza
Según Fedesarrollo, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) regresó la tendencia de deterioro y se ubicó en -28,6% en enero. Este resultado implicó una caída de 6,3% frente a diciembre, lo cual significó el retorno de la tendencia de deterioro en el sentimiento de los hogares, una dinámica que le caracterizó durante la mayor parte del segundo semestre de 2022 e implica que la mejoría de diciembre fue transitoria. Aún más, este nivel de la confianza de los hogares es el más bajo de los últimos 20 meses.
En esta ocasión, las menores expectativas de los hogares explicaron el deterioro del indicador. Dicho subíndice profundizó su contracción al caer por quinto mes consecutivo, hasta alcanzar un nivel de -16,5%. Este deterioro estaría demostrando cómo se reciente la perspectiva de los hogares respecto al panorama económico ante la desaceleración de la actividad productiva, la elevada inflación y el endurecimiento de las condiciones financieras.
Al interior del indicador, el incremento del pesimismo entre los hogares fue generalizado. El rubro que dio el paso atrás más significativo fue la percepción de la situación económica durante el presente año, que retrocedió hasta -38,9%. Por su parte, la expectativa sobre las condiciones económicas durante los siguientes 12 meses cayó hasta -16,5%. Entre tanto, en lo relacionado a la expectativa sobre la situación futura del propio hogar, esta se mostró resiliente al mejorar 0,4%.
Por su parte, el subindicador de condiciones económicas se adentró más en terreno negativo. Este pasó de -39,0% durante diciembre a -46,8% en enero.
Al examinar por nivel de ingresos, el retroceso también fue transversal. El segmento de hogares de ingresos bajos tuvo el declive más pronunciado, con una caída de -11,1% frente al mes previo, para ubicarse en -27,8%. En segundo lugar, el grupo de ingresos altos cayó -9,2% hasta -40,3%, y el grupo con el menor retroceso fue el de ingresos medios con -1,0%, hasta -28,1%.
Destacado
En febrero se registró una caída de 11% en el consumo teniendo en cuenta los efectos inflacionarios.
LAS FAMILIAS decidieron ajustar sus gastos en los dos primeros meses de este año.
Fuente y Fotografía Elnuevosiglo.com