Las dificultades del sistema de salud en Colombia se reflejan en la historia de Joaquín Rincón Quintero, un joven casanareño que, tras sufrir un accidente de tránsito el pasado 30 de agosto en el municipio de Granada (Meta), lleva más de 35 días internado sin recibir la atención quirúrgica que requiere con urgencia.
Rincón Quintero resultó con una de sus extremidades inferiores gravemente comprometida y fue trasladado el 2 de septiembre a la Clínica Casanare, en Yopal, donde permanece postrado en una cama a la espera de un traslado hacia un centro hospitalario que cuente con los especialistas y la capacidad necesaria para realizarle una cirugía de reconstrucción de tejidos.
A pesar de los múltiples intentos y de haber presentado una queja ante la Superintendencia Nacional de Salud, su situación continúa sin solución. Inicialmente, su atención fue cubierta por el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT), cuyo monto —superior a los 34 millones de pesos— se agotó el 25 de septiembre. Desde entonces, la responsabilidad recae sobre su EPS Salud Total, que, según relatan sus familiares, no ha gestionado el traslado requerido.
Mientras los días transcurren, la herida de Joaquín Rincón se agrava y su familia enfrenta gastos adicionales al permanecer lejos de su municipio de origen, sin respuestas claras ni avances en el proceso.
El caso de este casanareño se suma a muchos otros que evidencian las fallas estructurales del sistema de salud colombiano, donde la burocracia, la falta de oportunidad en la atención y la demora en los traslados ponen en riesgo la recuperación y la vida de los pacientes.
Redacción Local