Al grito de “Paolo amigo, el pueblo está contigo”, cientos de peruanos recibieron en Lima al capitán de su selección, Paolo Guerrero, tras saltar su caso de posible dopaje, que le impedirá jugar la repesca del Mundial por una suspensión provisional de treinta días impuesta por la FIFA desde el viernes.
La concentración, convocada en redes sociales, tiñó el aeropuerto limeño Jorge Chávez de banderas de Perú y camisetas de la Blanquirroja por hinchas llegados desde distintas partes de la capital peruana para demostrar al delantero que confían en su inocencia frente a las acusaciones de posible dopaje.
Guerrero llegó en un avión procedente de Río de Janeiro y salió del aeropuerto por una zona restringida para evitar declarar ante los periodistas que también aguardaban su aparición.
Mientras abandonaba las instalaciones aeroportuarias, pudo escuchar los gritos de aliento de la afición peruana, que le mandaba “fuerza”, con la esperanza de que pueda volver a las canchas los antes posible.
El goleador peruano tiene previsto reunirse con los dirigentes de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) para tratar el “resultado analítico adverso” que dio en un control antidopaje al que se sometió el 5 de octubre tras jugar contra Argentina en Buenos Aires por las eliminatorias sudamericanas para el Mundial.
En la preparación del alegato de Guerrero también participarán su abogado Pedro Fida y el bioquímico brasileño Luiz Claudio Cameron, quienes viajaron a Lima junto al jugador, según señaló ‘GloboEsporte’.
El mismo medio aseguró que la sustancia encontrada en los análisis practicados a Guerrero es la benzoilecgonina, principal metabolito de la coca, ya sea en la cocaína o en un mate de hojas de coca, infusión muy común en países andinos como Perú y Bolivia.
El padre del jugador, José Guerrero, sugirió este sábado en la Radio Nacional de Perú que esa sustancia puede proceder de los medicamentos que le suministraron a su hijo para tratar una gripe que padecía en los días previos al enfrentamiento con Argentina, que terminó con empate sin goles.
Sin embargo, el médico de la selección peruana, Julio Segura, había descartado el día anterior que las medicinas usadas pudieran haber provocado el resultado adverso en el primer análisis.
Guerrero tiene derecho a pedir ahora que se analice la segunda muestra que le tomaron en el control antidopaje para cotejar los resultados con la primera, y en caso de confirmarse recibiría una sanción que estará en función del tipo de sustancia, la cantidad detectada y la posible ventaja competitiva que le pudiera dar.
Fuente y Fotografía ElEspectador.com