Harold Echeverry, el presunto asesino de Dahiana González de 14 años, aceptó cargos por los delitos de feminicidio agravado y hurto calificado y agravado.
A las 4:30 de la tarde de ayer cayó en Villavicencio (Meta) este sujeto, quien había cometido el crimen el 7 de diciembre en a ciudad de Cali.
La ‘Operación Justicia’ para dar con el paradero de Harold Andrey Echeverry Orozco comenzó la mañana del viernes, cuando el general Salamanca, desde Estados Unidos – donde acompañaba la realización de la Primera Carrera por la Policía, en beneficio de los uniformados en condición de vulnerabilidad- ordenó dos acciones inmediatas.
La primera: que todos los policías de Cali y sus alrededores tuviesen en sus celulares la fotografía del sospechoso, y, la segunda, crear un equipo especial, integrado por expertos en investigación criminal, inteligencia y GAULA, para capturarlo a la mayor brevedad.
En cuestión de horas, además del ofrecimiento de hasta 100 millones de pesos de recompensa, los investigadores ya habían efectuado diez entrevistas, desplegado inteligencia técnica, analizado más de 50 horas de grabación de cámaras de seguridad y ejercido controles en las fronteras con Ecuador y Venezuela.
El mismo viernes, los rastreos permitieron inferir que Echeverry, de 40 años, se encontraba en el corregimiento de Chicoral, en jurisdicción del municipio de El Espinal, departamento del Tolima, a donde llegó a bordo de una motocicleta, la cual había intentado vender horas antes en dos establecimientos comerciales del barrio Poblado, de Cali.
En Chicoral buscó camuflarse entre comunidades religiosas y pidió ayuda para conseguir en arriendo una modesta habitación, pero hacia las 3 de la tarde del domingo continuó su plan de fuga hacia Villavicencio.
Luego de una travesía de aproximadamente seis horas llegó a la capital del Meta, donde hizo una serie de contactos que resultaron determinantes en la investigación, la cual se vio reforzada por una llamada ciudadana a la Línea contra el Crimen, que aportó una imagen del sospechoso, en la que aparece con una gorra negra y tapabocas.
Además de esta comunicación, la Policía Nacional recibió 512 llamadas de ciudadanos dispuestos a colaborar con los investigadores.
Finalmente, a las 4:30 de la tarde de ayer, un comando policial lo ubicó en el barrio La Porfía, en la vía que conduce hacia Acacías, e hizo efectiva la orden de captura por la presunta comisión del delito de feminicidio agravado.
“De esta manera, la Policía Nacional ratifica su compromiso en la protección de las mujeres y de nuestros niños, niñas y adolescentes, a la vez que demuestra, una vez más, que no hay refugio para los criminales”, señaló el general Salamanca.