Las dos caras de América de Cali. En un tiempo juega bien, en el otro puede regalar el partido. Es una moneda al aire el equipo de Hernán Torres. Lo ha demostrado todo el campeonato y este domingo no fue la excepción tuvo un primer tiempo en el que fue efectivo, marcó cuatro goles y parecía que podía seguir de largo, pero en la segunda mitad no fue ni la sombra de lo que mostró en el comienzo del partido, Once Caldas descontó en dos ocasiones y tuvo oportunidades para acercarse más en el marcador. Aún así el cuadro rojo ganó 4-2 y sumó tres puntos importantes para el tema de los ocho y el descenso.
Eficacia. Así se resume el primer tiempo del América en el Pascual Guerrero. De la mano de Cristian Martínez Borja el equipo de Hernán Torres dominó al Once Caldas, que apenas opuso resistencia y que ofensivamente no ofreció mucho peligro. El cuadro escarlata aprovechó cada oportunidad que tuvo, solo una no entró: la del minuto 10 en un tiro libre de Bryan Angulo. De resto todo terminó en celebración para los 15.750 hinchas que se aglomeraron en el escenario deportivo.
Al minuto cinco Martínez Borja recibió un balón, lo protegió, dio un giro de 180 grados y con el empeine sacó un remate rastrero imposible para José Fernando Cuadrado, quien voló para intentar desviar el esférico, pero no llegó. Primero del partido y primera falla de la defensa del equipo de Manizales, que, aunque superó en número al delantero de América, no supo cómo detenerlo y evitar que sacara el remate.
Aunque el equipo blanco se arrimó con un cabezazo de Luis Sinisterra e intentó nivelar el partido. Nunca encontró profundidad y más allá de la aproximación de su delantero, no puso en peligro la portería defendida por Carlos Bejarano. América, por su parte, tampoco era profundo. El juego se centró en la mitad del campo hasta que al minuto 28 Iván Vélez, con una salida por derecha, le dio una luz al medio campo. Stiven Lucumí lo vio, le puso el pase y el lateral solo contra el arquero, se apoyó con Santiago Silva, quien entraba solo para marcar el segundo gol. Tercera llegada, segundo gol.
El tercero llegó tras una jugada similar a la del segundo gol, el que recibió en esta oportunidad fue Lucumí y cuando iba a hacer el pase a Silva fue chocado por Cuadrado y el árbitro Jorge Guzmán pitó penal. Martínez Borja se encargó de patearlo y convirtió el tercero. Iban 41 minutos y todo lo que tocaba el América terminaba en gol. Tres minutos más tarde se confirmó con un pase a Borja, que, aunque le quedó largo, el delantero con un taco habilitó a Silva para el cuarto gol del partido.
Así finalizó el segundo tiempo. Con un Once Caldas mirando hacia el cielo sin entender qué había sucedido. Hernán Lisi hizo un buen trabajo en el camerino. Animó a sus jugadores, que para los segundos 45 minutos salieron con más claridad. De inmediato lo dejaron saber con un remate de media distancia de Sergio Romero. Fueron tres llegadas con peligro sin respuesta del Caldas, que al minuto 54, tras un gran pase de Jhonatan Muñoz a Romero, marcó el gol del descuento. Una definición con clase por parte del delantero, que dejó sin opción a Bejarano.
El conjunto blanco mantuvo el ímpetu con el que salió en el segundo tiempo, aprovechó a un América que volvía a demostrar sus debilidades defensivas. Eso fue aprovechado por los de Lisi, quienes jugaban a placer. Al minuto 66 tras una aproximación por derecha y un centro, el balón se paseó por el área americana, le llegó a Michael Ortega, quien de primer metió un zapatazo rastrero, que venció nuevamente la portería de Bejarano.
Aunque el Once Caldas fue el que dominó en la segunda parte, la diferencia que había marcado la eficacia de América en el primer tiempo fue muy grande y con el pasar del tiempo igualar el encuentro se volvió en una misión imposible del equipo blanco, que hizo que los hinchas rojos se mordieran las uñas hasta el último minuto. Tres puntos importantes para América que mantiene a Jaguares a cuatro en la lucha por el descenso y además se mete en el grupo de los ocho.
Fuente y Fotografía ElEspectador.com