EL PANORAMA para el proyecto de reforma a la salud que impulsa el Gobierno en la Comisión Séptima de Senado sigue muy complicado.
Si bien es cierto que en el remezón ministerial del miércoles pasado, salieron de sus cargos los titulares de Salud y del Interior, Carolina Corcho y Alfonso Prada, a los que algunas bancadas señalaban como principales obstáculos para una concertación real de los aspectos más fundamentales de la reforma, ayer hubo mensajes encontrados por parte de los nuevos ministros y los líderes del Pacto Histórico en el Congreso.
Las bancadas reaccionaron positivamente a la llegada de Guillermo Alfonso Jaramillo a la cartera de Salud y de Luis Fernando Velasco a la del Interior. Para varios congresistas la trayectoria profesional del primero (médico, exgobernador, exalcalde y muy cercano a Petro) y la experticia política de un parlamentario de larga data, que incluso fue presidente del Senado, abren la puerta a un diálogo más fluido y la posibilidad de concertación.
Entretanto, Acemi, el gremio que reúne a las EPS, dijo por intermedio de su presidenta, Paula Acosta, que “…, esperamos construir un nuevo capítulo en beneficio de los millones de usuarios y pacientes del sistema de salud colombiano”.
Como se sabe, en la Comisión Séptima ya se aprobó por 10 – 8 el informe de ponencia el martes pasado. Ese día votaron a favor Alexandra Vásquez, Martha Alfonso, María Fernanda Carrascal, Agmeth Escaf, Alfredo Mondragón, los cinco del Pacto Histórico; Germán Gómez, de Comunes; Juan Camilo Londoño, Alianza Verde; María Eugenia Lopera, Liberal; Karen López y Juan Carlos Vargas, de las curules de paz.
Los ocho votos en contra fueron de Hugo Archila, Héctor Chaparro y Germán Rozo Anís, liberales; Juan Felipe Corzo y Andrés Forero, Centro Democrático; Jairo Cristo y Betsy Judith Pérez, Cambio Radical; y Víctor Manuel Salcedo, de La U. Sin embargo, de la sesión se salieron los conservadores Gerardo Yepes y Jorge Quevedo, así como Germán Ávila, de La U.
Como se ve, la suerte de la iniciativa dependerá de cómo se empiece a votar el articulado. El Gobierno apenas tiene ocho votos seguros de los partidos de centroizquierda. Si los congresistas liberales, de La U y conservadores (partidos que ya no hacen parte de la coalición oficialista) votaran en contra, junto a uribistas y Cambio, la reforma se hundiría. Incluso, se especula que si esos mismos doce parlamentarios optaran por ausentarse de la sesión, ello dejaría la iniciativa sin quórum aprobatorio e igualmente fracasaría.
Sin embargo, los voceros de los tres partidos de centroderecha insisten en que sí quieren aprobar una reforma, ya que el sistema necesita ajustes evidentes, pero ponen como condición que el Gobierno acepte un bloque de sugerencias para sacar avante un proyecto equilibrado, que permita la continuidad de las EPS, no elimine la participación del sector privado, mantenga la libre elección del asegurador por parte del usuario y evite que los dineros de la salud terminen en fondos territoriales en donde sean politizados y blanco de corrupción.
Por el momento, ninguno de los partidos ha dado libertad para votar, aunque se sabe que, sobre todo entre los liberales, la ‘rebelión’ contra las directrices de la colectividad en torno a no apoyar la iniciativa va creciendo, incluso con patrocinio desde altas esferas de la Casa de Nariño.
Semana de ‘tregua’
Por el momento el nuevo ministro de Salud (que ayer se reunió con el presidente Petro en la Casa de Nariño) ha sido muy cauto. Ayer, en diálogo con el informativo radial presidencial, expresó que mantendrá la misma posición asumida por el Presidente de expandir la atención médica para todos los colombianos, en las regiones y sectores de las grandes ciudades que carecen de este servicio esencial.
“Aquí estamos haciéndole una cirugía a la salud para mejorar, para solucionar lo que consideramos que hay que cambiar y transformar; pero creo que hemos hecho un gran esfuerzo todos los colombianos. Tenemos diferencias en la forma como se ve que concebimos la salud, pero que entre todos podemos mejorarla, eso es lo que el Presidente quiere y es lo que vamos a lograr”, aseguró.
En principio, todavía tiene algunos días para definir la estrategia a seguir, sobre todo porque la próxima semana e incluso el comienzo de la siguiente, la Cámara de Representantes se concentrará en sacar adelante en la plenaria el proyecto del Plan Nacional de Desarrollo, que tiene como plazo máximo de aprobación el 7 de mayo.
Esto le permite, entonces, al Gobierno y a Jaramillo tener algunos días para definir si se procederá a un nuevo esfuerzo de concertación con los partidos alrededor de los alcances de la reforma o si, por el contrario, se insiste en la confrontación con liberales, conservadores, la U, que si bien es cierto, ya no pertenecen a la coalición oficialista (el propio Petro lo oficializó así el miércoles), además reiteraron ese mismo día, tras el remezón ministerial, que estaban dispuestos a hablar con los nuevos integrantes del gabinete para lograr acuerdos alrededor de la reingeniería en el sistema de salud. Sin que haya todavía un pronunciamiento oficial del presidente Petro, lo cierto es que la estrategia del Ejecutivo parece dirigirse a un flanco claro: buscar el apoyo ‘graneado’ de congresistas, en lugar de hablar directamente con las presidencias de los partidos.
De hecho, aunque el presidente del Senado, Roy Barreras, lamentó el rompimiento de la coalición (los ministros conservadores y de La U salieron, y los liberales se quedaron a título personal), el de la Cámara, David Racero, sostuvo ayer que el bloque gobiernista con esas tres colectividades no estaba roto, sino que se mantenía, e incluso se estaba oxigenando y perfilando.
Tras indicar que hubo acercamientos en la tarde del miércoles y ayer, Racero refirió que habló con el senador Efraín Cepeda, presidente del Directorio Nacional Conservador, y Dilian Francisca Toro, directora única de La U. “… Vamos a reconstruir en este nuevo escenario las mayorías… Aquí los protagonistas deben ser los congresistas, tanto en Cámara como en Senado”, precisó. Incluso agregó que se está viendo “una coalición de congresistas que le apuestas a la agenda de cambio”.
A su turno, Velasco explicó ayer cuáles fueron sus diferencias con el expresidente César Gaviria, jefe único de los liberales, lo cual se mostró dispuesto a tener con él y todas las directivas partidistas, así como con las bancadas una relación respetuosa. Tras recordar los porqués cuando lideró en la campaña presidencial una estrategia para que los liberales respaldaran a Petro, el titular de la cartera política, compartió a Noticias Caracol, que “…, hoy mi tarea es que ese respaldo que sentimos y recibimos de las bases, no solo se exprese en algunos congresistas, sino en la mayoría de congresistas liberales…”.
Sin embargo, cuando se le preguntó en torno a si el Gobierno insistiría en hablar con los 18 parlamentarios liberales que el miércoles se mostraron inconformes con la advertencia de Gaviria de sancionar drásticamente a los congresistas que apoyaran la reforma a la salud, Velasco hizo varias precisiones que sugieren que la estrategia de buscar el respaldo de esos parlamentarios seguiría, incluso por encima de las directivas partidistas.
“… Por ahí vi una carta de 18 representantes liberales diciendo que querían acompañarnos y recibí unas llamadas que, si sumamos, ya van como 25, y 25 de 33, si mis matemáticas no me fallan, son una gran mayoría… Lo que siento es que hablando directamente con el Congreso se pueden ir construyendo una masa crítica que acompañe nuestras decisiones”, explicó.
El Ministro, resaltó que también había recibido llamadas de parlamentarios conservadores y de La U.
No hay nada
EL NUEVO SIGLO habló con un congresista conservador, que pidió la reserva de su nombre. “… Aquí no hay nada nuevo, salvo el cambio de ministros y la decisión presidencial de sacarnos de la coalición a los conservadores, La U y Cambio Radical… Escuché al presidente de la Cámara diciendo que la coalición no se rompió, pero Roy (Barreras) lo da como un hecho… Personalmente, creo que ya no hay coalición y el conservatismo debe reunirse la próxima semana a decidir si se declara partido independiente o de oposición”.
Respecto a la reforma a la salud, el parlamentario sostuvo que “…, tampoco tenemos nada nuevo… La postura es la misma del comunicado del martes: o se reforma la reforma, o votamos en contra… La próxima semana tendremos reunión de bancada, hasta ese día no hay nada nuevo, el propio Cepeda lo ratificó después del cambio de ministros”.
Trascendió, por otra parte, que el liberalismo sí se convocaría a la bancada para analizar el tema de la reforma a la salud, pero que las directivas insistirán en que no se permitirá la indisciplina ni la violación a la Ley de Bancadas.
Fuente y Fotografía Elnuevosiglo.com