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Aquella frase según la cual “los jóvenes ganan partidos y los veteranos los títulos” cobró más fuerza este domingo cuando en tan solo cinco minutos, el Tolima le arrebató de las manos la estrella a Millonarios en El Campín.

Desde el inicio de las acciones se notó al elenco orientado por Alberto Gamero algo intranquilo, dio ventajas y el visitante lo presionó, solo que sobre el minuto 15 cambiaron las cosas, pero no en definitiva.

El gol del bogotano Daniel Ruiz, a los 23 minutos, trajo optimismo y confianza a los locales, que empezaron a tocar el balón, a manejar el ritmo del partido y se fueron al descanso con la ventaja.

Para la segunda mitad los de Hernán Torres reaccionaron con algunas modificaciones y el cambio de actitud. El ímpetu del cuadro tolimense sirvió y tras un cobro de tiro de esquina el rebote lo tomó Anderson Plata, habilidoso atacante que se metió en el área y Juan Fernando Caicedo empató 1-1 sobre el minuto 61.

La ofensiva de los ‘Pijaos’ no terminó ahí. El visitante intentó aprovechar el buen momento para anotarle otro a los celestes, y así lo consiguió. Al 69 hizo el 2-1 de la mano de un Caicedo que dejó frío a los capitalinos.

El técnico Gamero movió todas sus piezas ofensivas. El todo o nada era en ese caso para salvar la papeleta. Los minutos pasaban y Millonarios más se acercaba en busca de la igualdad y llevar la final a los penales, pero los ibaguereños supieron controlar y pudieron aumentar la cuenta.

Sobre el final, hubo una acción dudosa, una supuesta pena máxima a favor de Millonarios que el VAR revisó y convalidó la decisión del central Carlos Ortega para Tolima festejar su tercera estrella. La primera la ganó en 2003 de la mano del técnico Luis Augusto García y en 2018 con Alberto Gamero en el banco. Ahora el turno fue para Hernán Torres.

Perder es ganar

Decía otro “filósofo” del fútbol que perder es ganar y en el caso de Millonarios, aunque no alcanzó la anhelada estrella 16, si ganó y mucho.

Si bien es cierto que la falta de experiencia de la mayoría de sus jugadores pesó en la definición del título este domingo y en solo 8 minutos Tolima les arrebató la estrella, también lo es que por fin en muchos años, un técnico le está dando oportunidad a los jugadores formados en las divisiones inferiores, consolidando el patrimonio de un club que invierte millones y millones en las llamadas fueras vivas.

Desde luego que el objetivo era la corona y que Millonarios la tuvo a su alcance. No obstante, el subcampeonato es un premio para los 13 o 14 jugadores a los que Gamero les dio la oportunidad de disputar sus primeros partidos como profesionales y a muchos de ellos de consolidarse.

A los azules les queda como ganancia el golero Juan Moreno, los defensas Omar Bertel y Andrés Llinás, los volantes Steven Vega, Juan Camilo García, Kliver Moreno, Emerson Rodríguez, Daniel Ruíz y Diego Abadía.

A quienes  tuvieron la oportunidad de actuar y no estuvieron a la altura de las expectativas, no se les puede sacrificar, sino que esta experiencia les servirá para futuros reto.

Los azules sintieron la ausencia de Llinás en el cuarteto posterior y de Cristian Arango como media punta. Su presencia no garantiza que el resultado hubiera sido diferente, pero sí se habría visto mayor solidez defensiva y más generación de opciones de gol.

Estaban advertidos

Más allá de si fue pena máxima o no esa acción del último minuto y de que si hubiera sido sancionada la definición del título podría haber cambiado la historia con los cobros desde los doce pasos, es claro que Millonarios estaba advertido.

Ocho días atrás ya Tolima había sacado del camino de la disputa por el título a La Equidad en el Estadio Metropolitano de Techo, luego de empatar en Ibagué.

En los dos partidos no fue solo el planteamiento de Hernán Torres, sino la experiencia de los jugadores.

Un hombre como Juan Fernando Caicedo marcó diferencia y Anderson Plata, aunque por muchos pasajes del partido lució equivocado al querer jugar por el centro y quitarle espacios a Caicedo, al final aportó en las acciones decisivas.

Las variantes realizadas por el técnico tolimense también rindieron sus frutos, así algunas de ellas, especialmente la primera, parecieran extrañas y que a siempre vista no sirvió de mucho.

No fue un partido de pleno dominio la postre campeón. No. Millonarios por pasajes controló las acciones, pudo aumentar la cuenta, explotó los espacios que el rival le dio, solo que no definió.

El goleador Fernando Uribe no tuvo una sola opción de marcar y en muchas acciones hubo exceso de manejo de balón, cada jugador quiso gambetear, hacer la suya cuando el partido lo que requería era tocar el balón, evitar que el rival lo recuperara.

Tolima fue más práctico y aprovechó los errores del golero Cristian Vargas y de la defensa azul para convertir los dos goles, suficientes para llevarse el título de El Campín.

A Millonarios de nada le valió amontonar delanteros, sacar volantes de marca y defensas para acumular atacantes. Esa decisión ya fue más desespero e impotencia de Gamero que una solución, sobre todo, ante la falta de experiencia de los hombres que estaban en la cancha.

Lo merecía

Si hay un equipo que mereciera ganar el campeonato, ese es Millonarios. Hizo una brillante campaña que le permitió terminar como cabeza de serie para los cuartos de final y las semifinales, dejó fuera del camino al gran favorito que era Junior, solo que este domingo se dejó sorprender y el nerviosismo de algunos jugadores dio al traste con las aspiraciones azules.

Tolima, por su parte, también hizo méritos para alzarse con la corona. Aseguró su ingreso a las semifinales al golear al Cali en Ibagué 3-0 y luego derrotando a La Equidad en Bogotá, ganó el pase a la gran final.

En buena parte del torneo tuvo problemas con el ataque, finalmente lo resolvió con Caicedo y Plata, a quien apuraron para los partidos con Millonarios tras una lesión.

Torres, quien fue campeón con Millonarios y ascendió al América, dio muestras de su capacidad y experiencia para llevar al equipo a ganar el primer cupo para la Copa Libertadores.

Torres dijo que “le pedimos a Dios que nos ayudara porque hemos hecho un gran esfuerzo. Se han sacrificado muchas cosas y hay que agradecerle a Dios porque sin él no lo hubiéramos podido lograr”.

“Le ganamos a un equipo muy duro como lo es Millonarios que se plantó bien porque comenzó con ventaja y era muy difícil penetrarlo. Es un club importantísimo por su juventud por el técnico que tienen como lo es Gamero”, añadió.

Gamero solo atinó a decir que no queda más que “felicitar al Deportes Tolima por el título, hicieron un gran trabajo como lo hicimos nosotros”. A la vez también felicitar a mis jugadores, decirles que me siento orgulloso de ellos, decirles que gracias por lo que hicieron y que nos quedó una batalla”. 

Fuente y Fotografía Elnuevosiglo.com

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Por Oscar Mendez

Periodista Colombiano y Director del Portal Web www.radionoticiascasanare.com