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AFP-ElEspectador.com

Con la tradicional etapa del “paseo de la victoria” por los Campos Elíseos, terminará este domingo la edición 104 del Tour de Francia, uno de los más emocionantes de los últimos años y en el que el campeón se definió en la penúltima jornada de la competencia. Varias enseñanzas dejará esta carrera para los ciclistas colombianos. Para Rigoberto Urán, Nairo Quintana, Esteban Chaves, Sergio Luis Henao, Carlos Betancur, Járlinson Pantano y Darwin Atapuma, aplausos. Cada uno cumplió su papel. Algunos superaron las expectativas, otros no. Sin embargo, lo que deja claro este Tour es que no hay edad para brillar y Nairo con 27 años tiene todo por delante para cumplir su gran sueño amarillo. Detrás de estos siete escarabajos que hoy terminan esta expedición, hay varios jóvenes que vienen con un talento similar al de ellos, como es el caso de Egan Bernal, próximo a firmar contrato con el equipo Sky. Ya llegará la Vuelta a España, la tercera grande del año, en la que estará un equipo totalmente colombiano, el Team Manzana Postobón. Hay futuro y habrá más triunfos.

“Rigo” fue la gran sorpresa

Llegó con bajo perfil, más bien un poco olvidado. Incluso por los suyos, quienes ya lo veían en el ocaso de su carrera. Que ya no era el mismo de antes, que sus mejores días habían pasado. Esas eran las premisas de muchos, pero que nadie se atrevía a decir. En ese panorama aterrizaba en Francia Rigoberto Urán.

El antioqueño llegaba a la competencia más importante de ciclismo siendo gregario del francés Pierre Rolland. Aunque las cosas se voltearon con el correr de las etapas. Pero él trabajó en silencio, hizo oídos sordos a las críticas y hoy Colombia es testigo de su trabajo y de su renacimiento. Una preparación y un anhelo que empezaron mucho antes de lo que todos se imaginan.

A diferencia de la gran mayoría de los 198 ciclistas que terminan hoy en los Campos Elíseos su trajín en el Tour, Rigo no se preparó dos meses antes para la competencia. Desde finales de 2016, el Toro de Urrao tenía la mira puesta en la válida francesa.

Todo comenzó el 22 de noviembre. David Benítez, o Wicho, apodo que le puso Rigo cuando se hicieron amigos en el colegio Iván Cadavid de Urrao, lo acompañaba día tras día en su preparación. Wicho llegaba a la casa de Urán a las 7:00 a.m. , justo cuando el pedalista acababa su entrenamiento de dos horas de piernas y abdomen en el austero gimnasio de su casa. Bananos, bocadillos, arepas de chócolo, la caramañola del agua y la chaqueta, por si caía un aguacero, completaban el kit para salir a entrenar.

Iban para La Ceja, pasaban por Abejorral y luego se dirigían a La Unión. Hacían paradas en la vereda Piedras Blancas o El Chuscal. Rigo se decantaba por los paisajes, la neblina y la belleza de las carreteras de su país. “Wicho, Wicho, tomame una fotico. Wicho, Wicho, haceme un video”, eran las palabras de Rigo cuando quería guardar un recuerdo con un campesino, un paisaje o incluso alguna gallina de la región. El amor hacia los pequeños detalles de la vida es la máxima expresión de su sencillez. Tres meses después de su arduo entrenamiento en Colombia, arrancó el 10 de febrero hacia Europa.

Y fue así, con los pies en la tierra pero el corazón en el cielo, que empezó el Tour de Francia el 1°de julio. Al comienzo se mantuvo en las primeras posiciones. “Comenzó bien”, pensaban algunos. Pero los días pasaban, la tendencia se mantenía. Hasta que puso a vibrar a su país en la novena etapa de la competencia. Primero celebró Warren Barguil, pero unos segundos después, la tecnología hizo justicia y en un final de photo finish, el colombiano se adjudicó la etapa reina del Tour de Francia. Llegó con los cambios rotos, pues unos minutos antes Richie Porte y Daniel Martin protagonizaron una caída que estuvo, por milímetros, a punto de tumbarlo. Sólo les hicieron un leve daño a los cambios de su bicicleta. Todos callados, Rigo se volvía a parar en la cima del ciclismo mundial. Un periplo que empezó mucho antes de lo que todos imaginaban.

¿Qué pasó con Nairo?

El título de la Vuelta a España, derrotando por primera vez en una grande a Chris Froome, fue el punto de partida para que el equipo Movistar, con la aprobación de Nairo, se planteara la posibilidad de competir en 2017 con los objetivos de ganar el centenario del Giro de Italia y el Tour de Francia, la competencia que es el gran anhelo de Quintana. En ese momento todo era alegría, el boyacense era el mejor y no había ni una sola queja sobre su manera de correr. Claro que el mismo pedalista boyacense pensó en que podía fracasar en su intento de lograr el doblete histórico. “Vamos a darlo todo, pero si no puedo, espero que no me den palo como a un amigo delantero colombiano”, haciendo referencia a Falcao, a quien daban como retirado, pero una vez recobró su nivel, todos se subieron al bus de la victoria.

Y esa situación fue la que tuvo que vivir el buen Nairo en esta temporada. Primero le dieron palo por no haber ganado el Giro de Italia. Y ahora, tras no tener buenas sensaciones en el Tour de Francia, le han seguido lanzando críticas. Incluso desde su mismo equipo, por parte del director Eusebio Unzué, quien en una entrevista con el diario El País de España comentó que “Nairo sigue teniendo un gran nivel, pero no ha habido una progresión. Antes podíamos pensar que no progresaba pero que tampoco iba hacia abajo, y diríamos que este Tour ha roto un poco con esa línea. Aquí ha habido como una especie de retroceso. Comenzó muy pronto a ser mayor… Puede ser. También”.

Y claro, la gran pregunta ahora es ¿qué le pasó a Nairo en el Tour? Pues bien, una teoría que toma fuerza es que falló la planeación del equipo Movistar. No necesariamente por hacerlo correr Giro y Tour, sino porque se planificó mal la recuperación y preparación de cara a la ronda gala. Justamente el éxito de Nairo en 2016 fue que luego de terminar en la tercera posición del Tour de Francia, regresó a Colombia para entrenar de cara a la Vuelta a España, que terminó ganando.

“Nairo vino a Boyacá a estar con su familia y a entrenar a los más de 3.000 metros. Eso siempre le ha funcionado, porque incluso cuando está durmiendo, su cuerpo produce más glóbulos rojos por la altura y eso es lo que le termina beneficiando a futuro”, destaca Rusbel Achagua, uno de sus primeros entrenadores en Arcabuco. En ese momento, antes de la Vuelta a España de 2016, Quintana entrenó junto a Wínner Anacona, su hermano Dáyer Quintana y su gran amigo Cayetano Sarmiento. Salían a hacer recorridos de más o menos 150 kilómetros.

En este año el equipo negoció esa estrategia, que había dado resultado. Nairo no vino a Colombia después del Giro y se quedó en Europa, específicamente en su casa en Mónaco. Por más que estuviera descansando y rodeado de su esposa y su hija, su cuerpo no se recuperó de la misma manera que lo había hecho históricamente en su natal Boyacá. Estuvo preparando el Tour allí y de vez en cuando viajó a Francia a reconocer el recorrido de las etapas de montaña en los Pirineos y los Alpes, en las que él pensaba que podía marcar diferencia.

Incluso en las semanas previas al Tour el propio director del equipo Movistar confesó que veía a Nairo más fuerte que nunca y que correr el Giro le había servido para alcanzar un alto nivel. No obstante, la carrera demostró lo contrario.

Para Rusbel Achagua, quien descubrió a Nairo cuando hacía de niño esos recorridos en bicicleta desde su casa hasta el colegio en Arcabuco, “no veo esa misma explosividad para escalar en Nairo. Me parece que el equipo Movistar se ha preocupado por ponerlo a trabajar en la crono o en otras cosas y le ha descuidado su fortaleza, que siempre ha sido la escalada”.

Los que creen que Nairo está acabado, están muy equivocados. Los mejores años para un ciclista llegan después de los 30, el talento del boyacense es excepcional, tanto así que a pesar de sentirse en mal nivel y con las piernas reventadas, terminará el Tour de Francia en las primeras 15 casillas, algo que unos años atrás sería considerado exitoso. Lo que pasa es que nos acostumbró a ganar y por eso cuesta verlo en una situación diferente.

Nairo tiene 27 años y varias temporadas por delante. Seguirá en el equipo Movistar por los dos próximos años y seguramente aprenderán de los errores cometidos para llevar al boyacense a cumplir próximamente su gran sueño amarillo. Un aprendizaje que deja este Tour es que hay que enfocarse en una sola carrera, descansar, preparar un solo objetivo y luchar por alcanzarlo con fuerza en las piernas.

Fuente y Fotografía ElEspectador.com

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Por Oscar Mendez

Periodista Colombiano y Director del Portal Web www.radionoticiascasanare.com