Más de 6 mil kilómetros suman las fronteras terrestres de Colombia con Venezuela, Brasil, Perú, Ecuador y Panamá; a lo que se suma el límite marítimo con Nicaragua. Cada una de estas zonas maneja diferentes problemáticas, una de las cuales es que hace más falta de mayor presencia del Estado, según voces consultadas por EL NUEVO SIGLO.
La frontera con Panamá tiene 266 kilómetros por el departamento de Antioquia, una zona de difícil acceso por tratarse de la selva del Darién. Allí la problemática desde hace años es la migración de nacionales haitianos y venezolanos, especialmente, que se arriesgan a intentar cruzar buscando llegar a Centroamérica, y desde allí a Estados Unidos.
Ello se ha convertido en un grave drama humanitario porque varias personas mueren en este recorrido por las dificultades de la selva o por falta de atención médica.
También en algunos municipios que están en la ruta, como Necoclí, se han llegado a concentrar hasta 15 mil migrantes que se aprestan a cruzar la selva del Darién o moverse por la vía marítima, generando una difícil situación a la localidad porque no tiene infraestructura ni recursos para albergar y ayudar con alimento a esta cantidad de gente.
Por estos días hay preocupación en el municipio de Necoclí, debido a que se está presentando una nueva oleada de migrantes especialmente provenientes de Venezuela.
El alcalde de esta localidad antioqueña, Jorge Augusto Tobón, dijo a EL NUEVO SIGLO que “en este momento el municipio de Necoclí está viviendo una oleada de migrantes, y no era la migración que tuvimos en el año 2020-2021 sino que es una migración que, en su gran mayoría, en 70 u 80%, viene del país de Venezuela”.
Agregó el alcalde que es “una migración bastante complicada, en el sentido social porque vienen con muy escasos recursos, y en algunas ocasiones prácticamente sin nada de plata sino utilizando la mendicidad”.
Añadió Tobón que “ya en el municipio se han presentado casos del tema de seguridad porque hay indicios de que están delinquiendo con tal de conseguir la plata del pasaje para transportarse de Necoclí a las costas del Chocó. Esto nos está generando una dificultad bastante considerable en el municipio”.
Dijo también el Burgomaestre de Necoclí que “la migración es un problema mundial, no es ni siquiera de Colombia”, pero en este caso pide al Gobierno nacional ayuda para atender esta problemática.
“Es solo que apoyen más al tránsito de estas personas porque el cuello de botella de todo el continente americano lo encontramos es en Necoclí, por el tema del Golfo de Urabá, del mar. Aquí es donde llegan y se presenta la dificultad de que no los pueden transportar porque no tienen los recursos. Es mirar la forma porque cómo se para una migración, es prácticamente imposible parar una migración”, señaló.
El alcalde Tobón explicó que “he tratado de solicitar un Conpes para el municipio de Necoclí, donde podamos también tener recursos para poder atenderlos en el tema de salud, de alimentación, porque eso se nos convirtió en un problema social, un problema de salubridad. Básicamente le pedimos al Gobierno nacional acercarse más al territorio, que mire de qué manera nos puede ayudar con un Conpes, que pueden asignar unos recursos directamente al municipio para nosotros poder atender esta población”
Por su parte el representante a la Cámara por Antioquia, Andrés Felipe Jiménez Vargas, dijo a este Diario que “la situación es muy preocupante y necesita una intervención inmediata de las autoridades, se está convirtiendo en un problema social cada vez más grave. Al Gobierno nacional debemos hacer un llamado que actúe inmediatamente para solucionar la situación de la mayoría de personas que están en esta frontera”.
Agregó el Legislador del Partido Conservador que hay “diferentes economías legales e ilegales que se mueven en torno a eso. Creo que la situación no aguanta darle más largas para que lo convirtamos en un problema a nivel nacional”.
En Nariño
La frontera con Ecuador tiene un total de 586 kilómetros por los departamentos de Nariño y Putumayo.
En el caso de Nariño la frontera en el paso por Ipiales estuvo cerrada y luego con restricciones durante la etapa fuerte de la pandemia en 2021 y 2021. Desde hace varios meses se restableció plenamente el flujo de transporte, así como de todo tipo de vehículos, y la actividad comercial es intensa.
Alfonso Medrano, presidente de la Asociación Colombiana de Camioneros (ACC), dijo a este Impreso que “la frontera está operando bien”.
Agregó el dirigente gremial que “teníamos los transportadores colombianos problemas con los transportadores ecuatorianos, porque ellos tienen un diésel mucho más económico que el que manejamos nosotros. Aparte de eso dentro de la legislación de Ecuador, tienen una norma que no se le puede vender diésel a vehículos que tengan placa extranjera sino a precio internacional”.
Además, dijo, “ellos venían y hacían cabotaje pues traían buen ACPM porque ilegalmente ampliaron los tanques y traían diésel para andar prácticamente por Colombia”, afectando a los transportadores nacionales.
Explicó Medrano que esta situación se le puso en conocimiento al gobierno Duque, por lo que se iniciaron conversaciones con Ecuador, donde los camioneros colombianos manifestaron las razones por las cuales se oponían a este transporte internacional. “Y se suspendió el transporte internacional, quedamos en que ellos vienen a hacer trasbordo a Ipiales y nosotros llegamos hasta Tulcán y hacemos transbordo o enganche desenganche”.
Nicaragua
La frontera marítima con Nicaragua fue establecida por un fallo de la Corte Internacional de Justicia en 2012, tras una demanda que presentó esa nación, por lo cual Colombia perdió más de 70 mil kilómetros cuadrados de mar.
Sin embargo, Colombia sigue haciendo presencia en ese mar con fragatas de la Armada porque no se ha firmado un acuerdo con ese país para aplicar dicho fallo.
Una de las preocupaciones es que los pescadores raizales colombianos puedan seguir realizando la actividad en el área en disputa.
El diputado del Departamento de San Andrés y Providencia, Carlo Domingo Gallardo Rojas, dijo a este Diario que “el país ni el mundo le he hablado con claridad a nuestros pescadores sobre el tema, si hay un acuerdo, si pueden entrar”.
Dijo que hasta el momento los pescadores artesanales han podido hacer esa labor sin interferencia de los nicaragüenses, “pero hasta cuándo podrá llegar eso si realmente no se define unos temas importantes que están en juego”.
Falta presencia estatal
El departamento de Putumayo se comunica con Ecuador en la frontera por el puente San Miguel, donde hay un movimiento comercial y de transporte de petróleo.
Sin embargo, el representante a la Cámara por Putumayo, Carlos Adolfo Ardila, dijo a este Diario que “es una frontera dinámica pero que carece de los bienes públicos básicos. Aquí no hay energía, no hay señal de celular, no hay instalaciones de las diferentes entidades. Algunas entidades, las pocas que hay, están del lado ecuatoriano, como Migración. La policía no tiene condiciones, la DIAN no tiene sede. Eso dificulta todo el tema de trámites y demás”.
Fuente y Fotografía Elnuevosiglo.com