El huracán Irma rozó el norte de Puerto Rico soplando con vientos de 295 Km/hora, aunque su ojo se mantuvo en las aguas del norte de la isla estadounidense, que padeció el miércoles fuertes lluvias, cortes de electricidad y caída de árboles.
Hacia las 7:00 p.m. locales , el ojo de Irma pasó a 90 Km al noreste de Puerto Rico, pero sus vientos huracanados alcanzaron la isla con rachas de 177 Km/hora, dijo el gobernador, Ricardo Rosselló, en una entrevista a CNN.
Irma prosiguió su avance a 26 Km/hora hacia el oeste, alejándose de Puerto Rico y rumbo a dirección a República Dominicana y Haití, en una ruta que la llevará a Florida para el fin de semana, según el boletín de las 00H00 GMT del Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami.
En el centro de manejo de emergencias de Fajardo, en el oriente de la isla principal, los socorristas se apuraban a rescatar a las personas que pedían auxilio porque el viento les había levantado los techos o se les había roto las ventanas, contó un fotógrafo de la AFP en el lugar.
Con la llegada del huracán, cerca de un millón de personas se quedaron sin energía, dijo el miércoles Ricardo Ramos, el jefe de la Autoridad de Energía Eléctrica.
El día anterior, Ramos había advertido que probablemente algunas áreas de la isla “van a pasar tres, cuatro meses sin servicio eléctrico”.
Según reportes de prensa, las aguas se salieron del cauce en Río Grande (norte) y Naranjito (centro).
Las autoridades habilitaron 460 refugios en toda la isla, dijo el gobernador.
“Ya hay daños bastantes significativos”, dijo Rosselló, refiriéndose a infraestructuras afectadas y árboles y postes caídos.
Blanca Santiago, que trabaja lavando platos en un hotel en San Juan, la capital, recordó con respeto al huracán Georges. “Fue devastador”, dijo, estimando que Irma podía ser más fuerte.
Los vientos golpeaban las paredes y ventanas del hotel donde trabajaba, frente a la playa Isla Verde en San Juan. “En mi piso se siente como si hubiera fantasmas”, bromeó.
También en San Juan, Carmen Rojas evocó el fantasma de Georges, que dejó en 1998 siete muertos y millones de dólares en daños. Pero tiene esperanza de que Irma no lo supere.
“Hasta ahora no ha sido tan fuerte, pienso que Georges fue peor”, dijo la médica de 38 años.
El secretario del Departamento de Salud estadounidense, Tom Price, declaró en emergencia de salud pública a Puerto Rico y las Islas Vírgenes estadounidenses.
“Estamos movilizando nuestros recursos para enfrentar necesidades de salud inmediatas y prepararnos para desafíos a largo plazo”, escribió en un comunicado.
El martes, el presidente Donald Trump aprobó una declaración previa de emergencia para poder atender las necesidades de Puerto Rico.
Fuente y Fotografía ElEspectador.com