Desde hace varios meses el senador de la U Armando Benedetti ha dirigido sus lanzas contra el vicepresidente, Germán Vargas Lleras. Semana tras semana ha insistido en dejar en evidencia el desequilibrio que están generando en la democracia los excesivos poderes que están concentrados en el segundo a bordo del gobierno de Juan Manuel Santos.
Con razón o sin ella, muchos consideran que los ataques de Benedetti son personales y que obedecen a la estrategia de poner palos en la rueda a las aspiraciones políticas del vicepresidente de la República.
La primera avanzada de Benedetti se produjo hace un mes, cuando les propuso a todos los senadores del partido de La U impulsar la inhabilidad para que Vargas Lleras no pueda ser candidato presidencial en el 2018. De inmediato el vicepresidente respondió: “Yo no intervengo en esos debates de tipo politiquero ni tramito, ni ejerzo en causa propia”.
Benedetti se fue lanza en ristre ante este comentario, respondiendo: “Vargas Lleras lo que ha sido siempre es un clientelista, la prueba es que en el 2010 no fue el candidato de Uribe porque se peleó por puestos, y en el 2014 tampoco fue candidato a la Presidencia porque le dieron como cuatro ministerios. Entonces, ¿quién es el politiquero?”.
Cuando el debate parecía sepultado, pues el Congreso no le impuso a Vargas Lleras la inhabilidad que pretendía Benedetti, el senador retó al vicepresidente para que se sometiera a un debate de control político sobre dos temas: la política de infraestructura y la acumulación de poderes de un vicepresidente que será candidato presidencial.
Vargas no se pronunció. Entre otras porque tiene una especie de inmunidad frente al Congreso, pues la Constitución no prevé que el segundo hombre al mando del Gobierno sea objeto de un debate de control, incluso si tiene bajo su mando dos ministerios, como sucede en este caso.
El que sí respondió fue el abogado Jaime Lombana, reconocido amigo del vicepresidente Vargas Lleras. Lo hizo a través de un derecho de petición enviado a la Procuraduría y a la Fiscalía para que respondan si Benedetti y algunos familiares de este han cometido actos impuros.
En el derecho de petición le pide al Ministerio Público que informe sobre las actuaciones de esta entidad en lo que tiene que ver con investigaciones contra Camilo Benedetti, hermano del congresista, en temas relacionados con la pérdida de recursos públicos de regalías petroleras.
También pide que le informen si el contratista Julio Gómez, involucrado en el carrusel de la contratación, ha manifestado haber dado aportes de contratación a la familia Benedetti.
Lombana, en diálogo con Semana.com, aseguró que Benedetti no puede hablar de moralidad porque sobre él y sus hermanos recaen reprochables actos. Por ejemplo, Lombana se pregunta cómo Benedetti obtuvo en pasadas elecciones 3.000 votos en el departamento de Vichada y que responda si su hermana, Ángela Benedetti, participó del denominado ‘carrusel’ de la contratación.
“Benedetti es un traicionero y un camaleón. Antes era el más uribista y ahora es el mayor contradictor. Él salió a hablar de moralidad cuando no la tiene”, dijo el abogado a este portal.
Como se supo en su momento, la entonces concejala y hoy embajadora organizó un desayuno en el que se reunió el controvertido contratista Guido Nule con el entonces contralor distrital, Miguel Ángel Moralesrussi, en el 2009. Muchos aseguraron que ese encuentro fue para ‘cuadrar’ temas de la contratación en Bogotá.
Sin embargo, Ángela Benedetti desmintió el asunto bajo el argumento de que el desayuno se hizo a solicitud de su amigo Nule, quien quería que el contralor supiera algunos asuntos que le servirían para temas de la Contraloría.
Benedetti, al conocer las afirmaciones del abogado Lombana, se abstuvo de darles respuesta, entre otras porque asegura que el debate que está planteando es directamente contra el vicepresidente, por lo que no reconocerá como interlocutores “una tercerías”. Incluso asegura que las respuestas que se han dado a este debate no provienen aún del vicepresidente, sino de una gestión “mercenaria y mendaz” de un abogado penalista.
Eso sí, aclaró que no se dejará amedrentar por ellas. “El sentido y la intención de estas intervenciones políticas (refiriéndose a sus críticas) no se suspenderá por esas tercerías a las que no concedo la capacidad de ser mis interlocutores o mis contradictores. Alguna vez leí un consejo: es preciso escoger bien a nuestros enemigos porque corremos el riesgo de parecernos a ellos”.
Conclusión, a Vargas Lleras no le faltan escuderos. Los tiene de sobra al interior de su partido, Cambio Radical, y cuenta con uno de los más curtidos abogados penalistas, Jaime Lombana, quien tampoco tiene freno y menos si es para debatir en público, incluso con algún congresista.
Benedetti no se detendrá. Insiste en que el vicepresidente está acumulando demasiado poder y que podrá generar desequilibrio en las próximas elecciones presidenciales. Y conociendo el talante del senador, no se contendrá en sus maniobras de tipo mediático y parlamentario para poner a Vargas Lleras un poco contra las cuerdas.
Fuente y Fotografía Revista Semana.com