Controlar malezas de forma eficiente se ha convertido en una lucha constante para muchos agricultores, sobre todo cuando algunas de estas especies desarrollan resistencia a herbicidas de uso común. Frente a esta necesidad y gracias a los avances en innovación y tecnología para el desarrollo de moléculas con química verde, hoy es posible impulsar cultivos de arroz cada vez más limpios, productivos y de calidad.
Un ejemplo de esto es Rinskor, una molécula descubierta por Corteva que con los años ha evolucionado su manera de actuar, logrando reducir en un 95% la cantidad de ingrediente activo necesaria en comparación con la que se utilizaba en 1.950 para erradicar las malezas en el cultivo de arroz. Su alto rendimiento ha permitido sustituir químicos más antiguos con una tasa de uso 150 veces menor; lo que evitaría la emisión de más de un millón de toneladas de CO2 en los próximos cinco años.
Las formulaciones de Corteva resaltan su compromiso por desarrollar productos que ayuden a los agricultores a reducir la tasa de uso, disminuir el desperdicio del producto y mejorar su eficiencia en la aplicación. Rinskor ha demostrado minimizar su impacto en el medio ambiente porque, además de su alta eficiencia, se descompone rápidamente en el suelo, el agua y las plantas.
Adicionalmente, tener que usar menos producto se traduce en un perfil favorable para el medio ambiente, con empaques más pequeños, menor uso de plásticos y mayor eficiencia en su transporte.
Según la compañía agrícola, los ingredientes y productos se evalúan cuidadosamente siguiendo altos estándares de calidad y criterios de sostenibilidad. Esto le concede a Rinskor, una solución premiada en múltiples ocasiones y considerada una de las más sostenibles del portafolio de productos de Corteva, la capacidad de controlar un amplio espectro de malezas que afectan el rendimiento. Su tecnología y formulación, basadas en solventes de base biológica, no representan ninguna amenaza para el ecosistema.
El desarrollo de soluciones sostenibles como Rinskor ha abierto una ruta de innovación en beneficio del sector arrocero colombiano, mejorando la eficacia en el control de malezas, reduciendo las dosis de aplicación, y dando lugar a la creación de espacios ambientalmente favorables para la producción, mientras cuidan la tierra que están construyendo como legado para la próxima generación.
Igualmente, para acompañar y acelerar esta transformación de los modelos de negocio agrícola, la compañía también ha expandido su portafolio de protección de cultivos con productos biológicos a base de materiales vivos o naturales que controlan directamente las plagas, o activan la capacidad de la planta para defenderse y protegerse contra futuros ataques.
La compañía seguirá contribuyendo con tecnología de vanguardia que garantice eficiencia y sostenibilidad, mientras aumenta los rendimientos y protege los recursos naturales de manera permanente.
Fuente y Fotografía Fedearroz