Con el incremento en el precio de los combustibles, uno de los mayores impactos sería para los precios de alimentos debido al aumento que deben pagar los transportadores de carga. Para algunos gremios y analistas, el alza de la gasolina y el diésel que viene registrando el país en los últimos meses, se refleja inmediatamente en el costo de los fletes y por consiguiente en los productos de primera necesidad.
En ese sentido, Oliverio García, presidente de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos), le dijo a EL NUEVO SIGLO que “el aumento en los costos de los combustibles afecta a toda la canasta familiar y en general los precios de productos que requieren transporte como bienes y alimentos. Sin embargo, es una realidad que los subsidios a los combustibles fósiles son insostenibles”.
García sostuvo que, ante esta situación, “hacemos un llamado al nuevo gobierno para avanzar en políticas públicas que incentiven la compra y uso de nuevas tecnologías más eficientes en consumos de combustibles como todas las tecnologías híbridas disponibles, el uso de mezclas voluntarias de biocombustibles, en donde el precio del galón sea más barato cuando mayor sea la mezcla, e incrementar el uso de vehículos dedicados a gas y el hidrógeno más adelante, mientras migramos a un transporte cero emisiones”.
Canasta familiar
En el mismo sentido, EL NUEVO SIGLO consultó a Adrián Garlati, director de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes, quien afirmó que “en cuanto al precio de la gasolina, que sigue siendo el combustible que usan la mayoría de los consumidores, su impacto económico se verá reflejado de forma inmediata. Respecto al aumento en el costo del ACMP, quienes podrían verse más afectados son los vehículos de carga que utilizan más este tipo de combustible. Estos incrementos podrían trasladarse progresivamente a todos los bienes en donde se utilice este tipo transporte, entre ellos los alimentos”.
“Sin embargo se debe tener en cuenta que el alza en el costo de los combustibles serviría para disminuir el déficit fiscal y de no hacer estos aumentos dicho déficit tendría que ser sostenido con más impuestos o más deudas, es decir, que lamentablemente el alza de precios en la gasolina y el ACPM es un costo en el que habrá que incurrir”, agregó Garlati.
Por otra parte, Felipe Campos, economista, gerente de inversiones y estrategia de Alianza le dijo a este medio que “es difícil calcular el impacto completo respecto al alza de los precios de los combustibles; sin embargo, lo que hay que medir es la ruta que tomará el nuevo gobierno, teniendo en cuenta si hay una desaceleración económica u otros factores que afecten los precios de la gasolina o el ACPM. Por ahora es posible que la inflación aumente medio punto porcentual para este año”.
Adicionalmente Campos señaló que “sin duda un elemento que hizo incrementar la expectativa de inflación fue el mapa que planteó el gobierno en el alza de los precios de la gasolina. Entre tanto, hay que tener en cuenta que, de acuerdo con la ruta del gobierno para el 2023 y 2024, podrían subir más o no los precios de estos combustibles y eso afectaría sin duda las proyecciones de inflación para el próximo año”.
Incrementos
Cabe recordar que el Ministerio de Minas y Energía anunció que, desde el pasado 2 de julio, los precios de la gasolina y el diésel aumentarían en las principales ciudades del país, con un alza de $150. En este sentido, el nuevo valor promedio de la gasolina quedó en $9.180, mientras que el del ACPM en Colombia quedará en $9.018.
Entretanto, las ciudades que quedaron con los precios más altos en gasolina son Villavicencio ($9.622), Cali ($9.555), Manizales ($9.511) y Bogotá ($9.522). Por su parte, en el caso del ACPM aparecen nuevamente Cali ($9.425) y Villavicencio ($9.402), junto a Pereira ($9.372), Manizales ($9.360) y Medellín ($9.318).
En este sentido cabe destacar que desde el Ministerio de Hacienda se proyectó que el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (FEPC) a marzo era de $14,1 billones, por lo que el incremento de los precios a los consumidores hará que este se reduzca gradualmente.
Por ahora algunos analistas prevén que uno de los golpes más duros se verá a partir de septiembre de este año, pues se realizarán incrementos graduales y secuenciales de $400 y $250 por mes, mientras se logran cerrar los diferenciales de compensación.
Fuente y Fotografía Elnuevosiglo.com