No hay felicidad completa. Ni para los hinchas de Millonarios, ni para los de Santa Fe. Este domingo los embajadores celebraron en El Campín su cuarta victoria consecutiva en el clásico capitalino. Y además de acabar con un invicto de 22 jornadas de liga que tenían los cardenales, terminaron con 737 minutos que tenía el arquero Leandro Castellanos sin recibir gol.
El consuelo para los seguidores del león es que en esos dos años y medio que llevan sin poderle ganar a Millonarios, han levantado seis trofeos, mientras que los azules no han conquistado ninguno.
Los azules completaron nueve clásicos sin perder ante el Santa Fe más exitoso de la historia, ese que aunque no supera a su adversario más tradicional, ha conseguido dos títulos de Liga, dos Superligas, la Copa Sudamericana y la Copa Suruga, un botín que seguramente envidias los seguidores embajadores.
Y lo bonito del fútbol es que muy pronto da revanchas. El próximo sábado, desde las 7:30 p.m., azules y rojos se volverán a enfrentar, en el juego que estaba aplazado desde la segunda jornada. Ese día, el local será Santa Fe, que jugará ante su hinchada y buscará vengar la contundente derrota de este domingo.
El partido se definió muy rápido, porque mientras los dirigidos por Miguel Ángel Russo lucieron concentrados y con gran actitud desde el primer minutos, los muchachos de Gustavo Costas se vieron erráticos y displicentes.
El capitán Andrés Cadavid abrió el marcador a los tres minutos de juego, con un zurdazo desde 25 metros que no pudo controlar Leandro Castellanos. El invicto del golero cardenal quedó en 737 minutos. Ya antes, Santiago Mosquera había tenido dos incursiones por el costado izquierdo de Santa Fe, en el que Leivyn Balanta tuvo una noche para el olvido.
Poco después llegó el segundo tanto embajador. Ayron Del Valle aprovechó un mal rechazo de Juan Daniel Roa y mandó el balón al fondo de la red.
La segunda parte pintaba diferente, porque los rojos salieron con todo en busca del descuento. Anderson Plata por poco marca un golazo tras una brillante jugada individual, pero su remate pasó cerca a un vertical.
Y cuando parecía que el partido sería intenso, llegó el gol de Déiver Machado, que liquidó a Santa Fe. El lateral zurdo encaró a Roa, lo dejó en el camino y remató con potencia desde un ángulo muy difícil. El balón rozó a Héctor Urrego y pasó por encima de Castellanos, que no tuvo cómo reaccionar.
Con los tres puntos, Millonarios llegó a 16 unidades y ascendió al tercer lugar de la tabla de posiciones, con dos partidos pendientes, el clásico y uno ante Júnior. Santa Fe, a pesar de la derrota, sigue octavo, con 13 puntos y también con dos juegos aplazados, así que su situación no es preocupante, porque además, también está jugando la Copa Libertadores.
Fuente y fotografía ElEspectador.com