Desde finales de junio y principios de julio pasado, la capacidad de las Unidades de Cuidado Intensivo (UCI) de la ciudad, estuvieron por encima del 70 por ciento de ocupación, lo que significaba que la red hospitalaria estaba en alerta roja
Según el reporte del miércoles, en la ciudad había 1.280 camas UCI para covid-19 ocupadas: 620 con casos confirmados y 660 con casos probables. Y quedaban 1.858 camas UCI para covid-19 libres.
Hay dos explicaciones de esta ‘mejora’ en los niveles de ocupación. Por una parte, está el aumento de número de camas UCI y, por otra, la progresiva llegada del fin de la primera meseta o pico de contagios.
Al 1.º de abril, Bogotá tenía 935 camas UCI, de las cuales destinó 451 a pacientes covid confirmados y sospechosos. Para este 1.º de septiembre, ya contaba con 2.151 camas UCI y podía destinar 1.858 para pacientes del virus. La llegada de ventiladores del Gobierno Nacional, la compra de otros por el Distrito y la destinación de más camas UCI para enfermos por el virus que para pacientes de otras patologías permitieron mejorar la oferta.
Esto ayudó, a su vez, a que la curva de ocupación bajara, indicador que coincide con lo que sería el fin del primer pico, según dijo Claudia López en los últimos días.
Sin embargo, esto no significa que los ciudadanos puedan bajar la guardia. Aunque sí se espera un próximo pico en noviembre, este podría adelantarse si no hay cooperación ciudadana en el cuidado.
“Mientras más incumplimiento haya de las normas, probablemente veamos un incremento mayor”, afirmó el doctor Carlos Álvarez, infectólogo y asesor de los gobiernos nacional y distrital, y agregó: “Si saliéramos todos a la calle como antes y sin cumplir las normas, el pico se adelantaría y podríamos tener desbordado el número de camas de UCI. Esto no es al azar, es el efecto de lo que estamos haciendo”.
A la fecha hay 216.654 casos de covid-19 en Bogotá y 5.629 fallecidos.
Fuente y Fotografía eltiempo.com