Prosperidad Social recibió esta semana el reconocimiento por su participación pionera en el desarrollo de bonos de impacto social (BIS), que son mecanismos para la generación de empleo de población en pobreza y pobreza extrema, mediante el pago por resultados. La subdirectora general para la Superación de la Pobreza, Sally Ann García Taylor, recibió el premio en nombre de la entidad.
El programa SIBs.CO entregó el reconocimiento. Este es un programa financiado por el Laboratorio de Innovación de Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Secretaría de Estado para Asuntos Económicos de Suiza (SECO), y ejecutado por Fundación Corona.
El esquema de los BIS requiere la participación de privados que desean realizar inversiones con un propósito social específico y dan el capital inicial para desarrollar los proyectos. Son una herramienta innovadora, a nivel mundial, de la financiación basada en resultados para la implementación de programas sociales. Colombia es de los primeros países en desarrollo donde se activó esta figura, de la mano del Gobierno y de la empresa privada. Prosperidad Social ha sido uno de los organismos del Estado en dar los primeros pasos.
“El modelo incentiva la colaboración, la confianza entre el sector público y privado, el diseño de rutas sensibles, que adapten los servicios a la necesidad de la población, y el enfoque en resultados. Permite, además, la unión de los esfuerzos de gobiernos nacionales y locales”, dijo García Taylor.
El pago del Gobierno y de la cooperación internacional es sólo por los resultados de impacto logrados y verificados por una firma internacional de auditoría, y no por las actividades realizadas, como tradicionalmente se ha hecho. “Aún tenemos aspectos por mejorar, pero es un modelo innovador en la manera de ejecutar recursos públicos, en el que vale la pena insistir”, agregó García Taylor.
Para potenciar este mecanismo, en 2020 nació el Fondo de Pago por Resultados (FPR), como una plataforma de innovación pública, que busca capitalizar aprendizajes y aportar en la consolidación del modelo en el país.
A través del FPR se lanzó, en 2020, el primer reto para la implementación de BIS, denominado Reto Empleo, con el objetivo de “contribuir con la generación de aprendizajes y soluciones efectivas en resultados de empleo formal, asociados con la colocación y permanencia laboral en el empleo durante tiempos de crisis para población en situación de vulnerabilidad”.
El Reto Empleo responde las consecuencias del desempleo por los efectos de la pandemia de covid-19 en Colombia. Es financiado con recursos de Gobierno Nacional, a través del Prosperidad Social, en alianza con el BID, en calidad de administrador de los recursos de la SECO. La inversión alcanza los 11.600 millones de pesos: 50 % contribución del BID/SECO y 50 % de Prosperidad Social.
Del Reto Empleo se aprobaron dos bonos de impacto social: uno con la Caja de Compensación Familiar de Antioquia (Comfama) y otro con la Corporación Inversor. En total, se logró la colocación de 2.918 personas.
Fuente y Fotografía Prosperidad Social