El año pasado, con la aparición de la Liga Femenina de Fútbol, Germán Morales, con el aval de Future Soccer, equipo que dirigía, decidió tocar las puertas de Independiente Santa Fe para que apoyara el club que, en ese momento, participaba en la Liga de Bogotá y en torneos nacionales. Para fortuna de Morales y de las jugadoras, hubo una buena respuesta del club cardenal, encabezado por su presidente, César Pastrana.
“En ese momento se hizo una alianza entre Future Soccer, que lleva nueve años funcionando como escuela, y Santa Fe. Nosotros venimos trabajando hace dos años, y después de que la FIFA y Conmebol reglamentaran que debían tener un club de mujeres profesional, decidimos unirnos. Quedaron convencidos y satisfechos con nuestro proceso y aquí estamos, siendo uno”, le contó el entrenador a El Espectador.
Morales, quien ha dirigido en el fútbol femenino durante 12 años, espera que como equipo Santa Fe pueda hacer las cosas bien. Tienen como objetivo ser los primeros campeones de la Liga, así como lo hicieron los hombres en 1948. Para eso tienen como base las mismas jugadoras que compitieron hace un año y unos refuerzos. “Tenemos niñas de la selección de mayores que han disputado mundiales y Olímpicos, unas que participan por las categoría sub-20 y sub-17. A ellas se les suman unas extranjeras que vienen del Limpeño de Paraguay, último campeón de la Copa Libertadores; Colón de Uruguay, Emelec de Ecuador y el equipo nacional de Costa Rica”, añadió el bogotano.
Comenzó en el mundo del fútbol desde muy pequeño. Según él, era un sueño con el que nació y algo que llevaba en la sangre, pues su padre también fue futbolista y le inculcó ese amor por la camiseta de Santa Fe. Aunque le tocó una época en que no había tantas posibilidades para dedicarse a este deporte, siempre encontraba la manera de entrenar. Participó en todos los torneos de su colegio y de los barrios en que vivió.
“Después de tanto buscar una oportunidad, tuve la opción de ir a la selección Cundinamarca. Posteriormente encontré mi camino en Boca Juniors de Cali, pero las cosas no se dieron, así que llegué a Bogotá y me probé en las divisiones menores de Independiente Santa Fe, pero allí tampoco salió nada. Regresé al equipo de Cali”, relató el técnico de 41 años. Debido a una serie de lesiones, que según él fueron consecuencia de su biotipo, decidió colgar los guayos, pero sin alejarse del mundo del fútbol.
El amor por la camiseta de Santa Fe, debido a que su familia es roja por naturaleza, lo impulsó a conformar la parte de formación de las escuelas del equipo rojo. Pero, un día, hace 12 años, conoció el fútbol femenino y se enamoró. Desde ese momento comenzó a estudiar para hacerse profesional en el tema. “Me preparé en la universidad. Luego empecé a dirigir fútbol masculino con algunas incursiones, es decir, siempre jugué creyendo que se le podía dar la oportunidad a una niña de conformar el equipo, así fuera de hombres. En la Universidad Pedagógica, donde estudié, me daban la oportunidad de entrenar y asistir el proceso del equipo femenino. Y ahí comencé”, aseguró el estratega.
Germán trata de vivir cada partido como si lo estuviera jugando, así como su referente Diego El Cholo Simeone. Tiene altas expectativas de esta liga, porque ya ha visto a muchas de las niñas jugar y cree que hay nivel. Del grupo en el que le tocó, el B, cree que es el de la muerte, “los rivales bogotanos ya los conocemos por las experiencias de ellas y nuestras en el torneo federativo. En realidad el único que es nuevo es el Huila. Tengo la certeza de que todos son rivales muy duros, se armaron muy bien”, finalizó el bogotano.
Fuente y Fotografía ElEspectador.com