El próximo 26 de septiembre se reabrirá la frontera entre Colombia y Venezuela, según anunciaron la semana pasada el presidente Petro y su homólogo Nicolás Maduro, después de más de seis años de estar cerrada por diferencias políticas entre los gobiernos. Es la medida más importante que se toma tras el restablecimiento de las relaciones diplomáticas. EL NUEVO SIGLO consultó con expertos los retos que como consecuencia surgen para Colombia en los campos fitosanitario, de salud, comercio, derechos humanos y seguridad.
Seguridad
El director ejecutivo del Centro de Estudios en Seguridad y Paz, Néstor Rosanía, dijo que “el principal reto, que se va a demorar porque es un tema de mucha confianza, es activar lo que se llamaban las Combifron, que eran unas reuniones bilaterales de frontera donde las Fuerzas Militares y la Policía compartían información de inteligencia, que desaparecieron hace muchos años, lo que produjo que los grupos armados de la frontera quedaran más tranquilos porque no hay una coordinación” de las autoridades de los dos Estados.
Agregó que ello ha permitido a las organizaciones delincuenciales jugar a la estrategia del repliegue estratégico, que es pasar de un lado a otro de la frontera según su conveniencia.
No obstante, el experto consideró que revivir la Combifron, o un mecanismo similar de cooperación, “en un inicio no va a ser posible porque hay mucha desconfianza todavía”.
Agregó Rosanía que el Gobierno colombiano ha previsto hacer por fases la normalización de las relaciones con el vecino país. “Primero la fase humanitaria, comercial, y las últimas fases serán en materia de seguridad. Y por allá hablaremos de si hay una posibilidad mínima, aunque sea, de reactivar una relación así sea no de Fuerzas Militares, por lo menos de policías, para que intercambien información de inteligencia”.
Agregó que, por ejemplo, del lado de Colombia hay mucha desconfianza de la Guardia Nacional venezolana por el alto grado de corrupción que se ha conocido tiene.
Derechos humanos
El director del Codhes (Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento), Marco Alberto Romero Silva, dijo que “creo que la reapertura de la frontera con Venezuela es muy importante, sobre todo para la población migrante, no solo la gente de Colombia que ha ido a Venezuela y ahora ha regresado, sino la gente de Venezuela”.
Añadió que con la frontera cerrada la mayoría de la gente tuvo que pasar por trochas, “tuvo que pasar por condiciones mucho más irregulares, y eso la convirtió en sujeto de trata de personas. Entonces creo que la normalización de las relaciones diplomáticas puede ayudar a que haya mecanismos mucho más humanitarios para resolver estos problemas de la migración”.
Previó el director del Codhes que “no creemos que se va a resolver en el corto plazo porque la economía venezolana tiene grandes problemas, por los cuales la gente va a seguir buscando oportunidades en nuestro país. Pero creo que el primer impacto de esa apertura va a beneficiar más que todo a la gente colombiana y venezolana que ha migrado”.
El accionar de los grupos armados ilegales en la frontera ha producido, entre otros efectos, la violación de los derechos humanos de la población allí asentada.
Al respecto Romero dijo: “creo que la apertura de la frontera va a tener dos impactos: el primero es que los gobiernos van a dialogar sobre ese tema, porque antes ese diálogo estaba totalmente cerrado en la era del presidente Duque, y entonces no había formas de hacer ningún tipo de cooperación judicial ni cooperación en términos de seguridad”.
En segundo lugar, comentó que “creo que va a haber más cooperación en términos de seguridad”. Recordó Romero que Colombia “viene impulsando la perspectiva de la paz total y en ver cómo se busca desactivar esas bandas criminales; no solo el diálogo con las organizaciones insurgentes de vieja data, sino también cómo desactivar estos grupos irregulares que están en los territorios”.
“Entonces creo que sumada la apertura de la frontera con la búsqueda de la paz total se podría avanzar de manera sustantiva”, concluyó Romero.
Aspectos fitosanitarios
El asesor en floricultura, especializado en la fisiología de las rosas, Pedro Vásquez, indicó que “para el caso que manejo sería para las flores, y especialmente en el cultivo de rosas”.
Dijo que algunos de los problemas que trae la reapertura de la frontera, “si no se tiene cuidado, es la roya blanca de la rosa. El otro problema es que hay un insecto que es bien peligroso, que es la palomilla rosada”.
Agregó el experto que en el caso de las rosas y los pompones habría que tener mucho cuidado “con la palomilla rosada porque eso sí es algo grave, inclusive cuarentenario para nuestro mercado”.
Vázquez recordó que las flores son “el segundo renglón más importante en las exportaciones” del país, por lo que es necesario tomar las medidas fitosanitarias con Venezuela ahora que se reactiva el paso de carga vía terrestre y aérea.
Salud
El exministro de Salud Eduardo Díaz Uribe dijo que “por mucho que las fronteras estén cerradas, los temas de salud pública suelen no tener fronteras”. Ahora en el nuevo plano de las relaciones señaló que debe llevar a la cooperación “entre las autoridades de salud de ambos países”.
Agregó que hay afectaciones a la población por enfermedades como el dengue, que la transmite un mosquito. “Y los temas de contagios entre unas y otras personas en una frontera tan extensa de más de dos mil kilómetros. Las personas cruzan de un lado a otro y con ellas cruzan las enfermedades”, subrayó el exministro de Salud.
Agregó que también “en la atención de situaciones de emergencia con capacidades instaladas del otro lado de la frontera, por ejemplo, una situación de un accidente que requiere de atención hospitalaria, y las instalaciones de un lado de la frontera se ven desbordadas, pues es necesario contar con la cooperación”.
Recordó que “en el marco del Grupo Andino existía, así como en educación, el Convenio Andrés Bello, en salud existía el Convenio Hipólito Unanue de los ministros de salud del Área Andina para la cooperación en muchos temas”.
Agregó que la cooperación es muy importante en salud, “no solamente para la atención de la enfermedad sino para la identificación y para tener controles sobre vectores que transmiten enfermedades, y cooperar con la infraestructura de los equipos humanos existentes”.
Comercio
La coordinadora del Observatorio Comercio Internacional y de Frontera de la Universidad Francisco de Paula Santander, Liliana Marcela Bastos Osorio, indicó que “hay muchos retos porque son siete años que de alguna manera representan un retraso, entonces hay que empezar de cero porque no tenemos la infraestructura”.
Dijo que en el caso de Norte de Santander es una nueva oportunidad comercial, pero ya no será el único mercado como fue otrora, pues ante la ausencia de relaciones con Venezuela, en este tiempo se han enfocado “hacia nuevos mercados. Nuestros empresarios, gracias a todo ese apoyo que han realizado las instituciones como Procolombia y Cámara de Comercio, entonces se focalizaron hacia otros mercados”.
Agregó sobre lo que vendrá con la apertura de la frontera que “es como retomar esa relación, es volver a mirar las instituciones de allá que se encargan de todo el tema del comercio exterior”.
Dijo también Basto que “es una nueva oportunidad de crecimiento para la región, pero hay un reto muy grande en el que deben ponerse de acuerdo todas las instituciones de comercio exterior, tanto en Colombia como en Venezuela: tienen que revisar toda la parte de reglamentación, de medidas sanitarias y fitosanitarias”.
Fuente y Fotografía Elnuevosiglo.com