Luego de un análisis detenido sobre el impacto que las reformas laboral y de salud tendrán sobre la economía, la Universidad EAFIT dijo que las iniciativas limitan el crecimiento de la economía, y reducen la generación de empleo. La primera, porque la ausencia de un gestor de riesgo en el sistema bajaría su eficiencia, incrementando los recursos que el país tiene que destinar al sistema la salud; y la segunda, porque elevaría los costos laborales.
“La propuesta de reforma laboral presentada por el Gobierno, aunque se enfoca en proteger a los actuales empleados formales, puede traer consecuencias indeseadas en los ocupados informales y los desempleados: el aumento en los costos del empleo formal provocará un aumento del desempleo y la informalidad laboral, agravando aún más el problema de cobertura en el componente contributivo del sistema de protección a la vejez”, describe el informe.
Mientras tanto, dicen, la reforma a la salud elimina los mecanismos mediante los cuales se incentiva el uso eficiente de los recursos en el sistema; y elimina la función de gestión de riesgo, con el pretexto de que así se evita una intermediación financiera innecesaria.
Servicio
“Ciertamente hay cosas que mejorar en el sistema, especialmente en prevención y acceso al servicio. Pero sólo la existencia de mecanismo adecuados para propiciar la eficiencia en la prestación del servicio, permitirán que el sistema sea sostenible”.
Sobre la reforma pensional, aseguran que adelanta ingresos al Gobierno, dejando grandes obligaciones futuras, que tendrán que ser atendidas en futuras generaciones.
“También son claras las limitaciones del sistema actual: su baja cobertura y la profunda regresividad del sistema. Pero, probablemente se debe reducir el monto básico de aportes al nuevo sistema a un salario mínimo, y se debe garantizar que los excedentes financieros se ahorren y se gestionen de manera eficiente”.
A juicio de los investigadores, “la reforma pensional y la laboral, deben ser abordadas de manera conjunta, porque solo se logrará un sistema pensional que mejore la cobertura, si está bien financiado, reduce la inequidad, y si hay generación de nuevos empleos formales. El problema es que la reforma laboral, tal y como se radicó en el congreso, desincentiva la creación de nuevos puestos de trabajo, por los elevados costos que implica”.
Señalan que “Fedesarrollo estima que una empresa comercial pequeña tendría sobrecostos del 18,6 %, lo que limitaría severamente su crecimiento, y podría llevar en cambio a reducciones importantes de su nivel de actividad. La reforma favorece, además, a una proporción reducida de los trabajadores del país, aquellos que están vinculados laboralmente mediante contratos asalariados, que representan a lo sumo el 52,9 % del trabajo en el país. En este sentido, la reforma podría ser regresiva, incrementando la informalidad y el desempleo”.
Aseguran los analistas que “sin duda, las reformas pretenden en conjunto mejorar aspectos distributivos: eleva las rentas de los asalariados; fomenta esquemas de empleo alternativos (la economía popular, en el Plan de Desarrollo) y crea una renta solidaria para quienes no alcanzan a obtener una pensión, en el pilar contributivo. Pero el esquema en su conjunto debilita la fuente más importante de generación de riqueza y de empleo, el crecimiento económico: por ello, aumenta la precariedad laboral y eleva las cargas que se derivan de cualquier esquema asistencialista que pretenda enfrentar esa precariedad”.
Productividad
En opinión de los académicos, “el Gobierno Nacional debe armonizar los pilares fundamentales de las dos reformas, la laboral y la pensional, con una política de crecimiento robusta, si quiere lograr resultados sostenibles en el largo plazo. Esta es pues una reforma laboral que no considera la reducción de la informalidad, el aumento de la productividad y la generación de empleo como pilares fundamentales ni identifica puntos comunes con la reforma pensional”.
Explican que “la propuesta está bien intencionada desde el punto de vista de que los trabajadores formales mejoren sus condiciones laborales, pero sin duda adolece de severos problemas en lo relativo a la generación de empleo, que afectan de paso las posibilidades de fortalecer el sistema pensional”.
Uno de los puntos centrales de la reforma laboral radicada por el Gobierno es que está orientada aumentar los beneficios de los ocupados formales (un porcentaje minoritario de la fuerza laboral), mientras que eleva los costos para que las empresas generen empleos de calidad, lo que podría aumentar el número de desempleados.
Sostienen que adicionalmente, otro de los impactos de la reforma laboral es el aumento en los costos no salariales por cuenta del incremento en los costos de despido.
Para Fedesarrollo, otro impacto sobre los micros establecimientos es que reduzcan las horas de operación para disminuir los costos laborales, sacrificando al mismo tiempo ingresos. Finalmente, el comercio podría, dependiendo de la estructura del mercado, trasladar parte de este aumento de costos al consumidor a través de un aumento en el precio de su bien final. El escenario más posible es el de una combinación de estos elementos: una caída en las ventas del micro establecimiento, una reducción del empleo y un aumento en el precio del bien final, lo que implicaría mayor inflación.
Fuente y Fotografía Elnuevosiglo.com