El campeón de Bélgica Wout van Aert se coronó como uno de los ciclistas del momento tras imponerse en la 11ª etapa, con una doble subida al temible Mont Ventoux, en la que el líder de la carrera, Tadej Pogacar, flaqueó, aunque conservó la túnica dorada con gran ventaja.
Van Aert, que se escapó con un grupo al inicio de la etapa, fue dejando a todos sus compañeros de fuga, y en el segundo paso por el ‘Gigante de Provenza’ se marchó solo para lograr una gran victoria en una etapa en la que el colombiano Rigoberto Urán y el ecuatoriano Richard Carapaz dieron un gran paso para acabar en el podio de París.
Los dos ciclistas suramericanos se quedaron en el último kilómetro del segundo ascenso al Mont Ventoux, cuando el joven danés Jonas Vingegaard llevó un ataque al que ni siquiera pudo responder Pogacar, que por primera vez demostró ser humano.
“Al final he hecho un poco ‘crack’, pero no quedaba mucho para la cima, por lo que preferí dejarle ir y subir a mi ritmo, sabiendo que después quedaba un descenso rapidísimo”, admitió el líder de la carrera, añadiendo que “en general se puede considerar un buen día”.
En el largo descenso hacia Malaucène, 22 km en los que varios corredores superaron los 100 km/h, Carapaz y Urán alcanzaron primero a Pogacar y después a Vingegaard, para cruzar la meta a 1:38 de Van Aert.
El campeón belga se coronó definitivamente este miércoles como una de las estrellas del pelotón y quizás el ciclista más completo del momento, capaz de subir con los escaladores, esprintar con los velocistas (el martes acabó segundo en Valence por detrás de Mark Cavendish), marcar de los mejores cronos en una contrarreloj, trabajar para su líder, ganar clásicas… además de competir en ciclocrós.
“Creo que es la mejor victoria de mi carrera. Es uno de los puertos más míticos”, saboreó en meta el belga en referencia al Mont Ventoux.
“No esperaba ganar etapas antes del Tour, pero ayer (en Valence) empecé a creer y hoy propuse al equipo ser el hombre de las escapadas”, añadió.
En la clasificación general y pese al mal momento vivido este miércoles, Pogacar es líder con 5:18 de ventaja sobre Urán, que asciende un puesto después de que el australiano Ben O’Connor sufriera un calvario y se dejara más de tres minutos en meta con respecto al colombiano.
Tercero ahora es otro de los grandes protagonistas del día, el danés Vingegaard, a 5:32, con un solo segundo de ventaja sobre Carapaz.
Además de O’Connor, otro de los damnificados del Ventoux fue el español Enric Mas, que también aspiraba al podio en París, pero perdió casi minuto y medio con los favoritos y es octavo en la clasificación a 7:11 del amarillo.
En cuanto a Nairo Quintana, la fracción no trajo buenos réditos para Nairo Quintana como él y su equipo lo esperaban. Intentó sacudir la fuga, pero perdió energías y fue capturado por los otros interesados del día. Por lo que él mismo confesó que prefirió bajar el pie del acelerador y guardar fuerzas.
Nairo continúa siendo líder de la clasificación de la montaña y comentó que “fue un gran esfuerzo en el inicio de etapa controlando los rivales más directos en la clasificación de montaña. Hicimos muchos esfuerzos, en el sprint especial se fue un grupo grande y no pudimos estar ahí”.
Los corredores del Tour de Francia disputarán hoy la 12ª etapa, de Sait-Paul-Trois-Chateaux a Nîmes, con 159,4 km de recorrido llano en una jornada que podría acabar siendo histórica si se impone el británico Mark Cavendish, que con un nuevo triunfo igualaría el récord de victorias parciales del belga Eddy Merckx (34).
La etapa con final en Nîmes, con una sola dificultad montañosa (la Côte du Belvèdere de Tharaux) en medio de un recorrido llano, será una de las posibilidades que tendrá Cavendish hasta París para igualar al mito belga e incluso superarlo.
Fuente y Fotografía Elnuevosiglo.com