Debido a su salida desde Bilbao (norte de España), el Tour de Francia ataca los Pirineos desde su quinta etapa, hoy entre Pau y Laruns, donde Tadej Pogacar, doble ganador de la carrera, tiene buenos recuerdos.
Allí, los colombianos con Egan Bernal a la cabeza, intentarán aprovechar para hacerse notar.
Se espera que Rigoberto Urán y Esteban Chaves busquen darle a su equipo victorias parciales, luego de perder a su carta para pelear el título, Richard Carapaz.
En una edición 2023 especialmente montañosa, las dificultades comienzan pronto: en el menú del miércoles estarán el Col de Soudet (15,2 km al 7,2%, categoría especial) y Marie-Blanque (7,7 km al 8,6%, 1ª categoría), aunque la última cima estará a 18 kilómetros de la meta en Laruns.
Con 162,7 kilómetros, la etapa de Laruns “es casi la copia de la que hicimos en 2020, con la primera victoria de Pogacar”, recuerda Thierry Gouvenou, arquitecto del recorrido del Tour, a la AFP.
“La única diferencia es que subimos el Soudet por el lado del País Vasco, pero es igual de duro”, añade.
Una vez escalado el Soudet, “todo se jugará en la parte difícil de Marie-Blanque. Solo los que pelean por la general van a poder salir en este puerto, que es muy duro, especialmente los últimos tres kilómetros, con pendientes del 10/11%”, continúa el director técnico del Tour.
Pogacar recordará sin duda aquella etapa de 2020 en Laruns, en la que firmó la primera de sus nueve victorias en la Grande Boucle.
El esloveno se impuso al esprint en un grupo reducido, echándose las manos al casco por la emoción, por delante de su compatriota Primoz Roglic, al que arrebataría el maillot amarillo en la víspera de la llegada a París para ganar su primer Tour.
“Esta etapa es uno de los momentos más bonitos de mi carrera”, señaló Pogacar, al que también le gusta Pau, salida del Tour el miércoles por 74ª ocasión.
No solo porque se impuso en 2020, sino porque el año siguiente ganó en una jornada con salida en Pau y llegada en Luz-Ardiden.
La partida de la quinta etapa tendrá lugar en Pau y la llegada en Laruns, con una velocidad media de 39 km/h).
En cuanto a la fracción de ayer, el belga Jasper Philipsen (Alpecin) logró su segunda victoria en dos días en el Tour de Francia al imponerse al esprint en la cuarta etapa, en el circuito automovilístico de Nogaro.
El británico Adam Yates (UAE) conservó el maillot amarillo de líder al término de una jornada especialmente tranquila para el pelotón y marcada por varias caídas.
Como en la víspera en Bayona, el australiano Caleb Ewan y el alemán Phil Bauhaus completan el podio, aunque intercambiaron sus puestos.
El final en el circuito de Nogaro se vio marcado por tres caídas. En ellas se vio implicado el neerlandés Fabio Jakobsen, uno de los principales rivales de Philipsen, que pudo confirmarse como el mejor velocista del momento.
Philipsen se viste además con el maillot verde y lleva cuatro victorias en las cuatro últimas llegadas masivas de etapas del Tour. Además de los dos triunfos este año, ganó en la edición anterior las etapas de Carcasona y los Campos Elíseos de París.
Antes del final, la etapa de yer se pareció a una larga procesión, tendente al sopor para los aficionados. Únicamente se vio animada por una escapada de dos corredores normandos, Benoit Cosnefroy y Anthony Delaplace, sin grandes esperanzas de llegar a buen puerto.
En cuanto a los colombianos, Egan Bernal continúa siendo el mejor en la clasificación general, en la casilla 18 a 43 segundos del líder Adam Yates. En la ubicación 25 está Harold Tejada (Astana) a 1:41; en la 55 Daniel Martínez (Ineos) a 12:32; en la 58 Esteban Chaves (EF) a 14:16 y en la 91 Rigoberto Urán (EF) a 22:05./Con AFP
Fuente y Fotografía Elnuevosiglo.com