Con el incremento del salario mínimo y sus efectos sobre muchos bienes y servicios, enero se convierte en uno de los meses más duros para las familias.
Aunque algunos rubros se ajustan a la inflación (a través del Índice de Precios al Consumidor -IPC-), otros suben por el aumento del salario mínimo. Otros son establecidos por las entidades del Gobierno como las tarifas de la luz, el agua y el gas.
Entre los que sufrirán de inmediato las alzas, están los arriendos, la gasolina que todavía tiene pendiente uno o dos incrementos, los peajes, las tarifas del transporte, los médicos, servicios públicos, los alimentos, entre otros.
Pese a que el Gobierno establecerá el salario mínimo, debe definir los productos o servicios que se vinculan (indexan), así como aquellos cuyo aumento no dependerá como las matrículas universitarias.
Uno de los incrementos que más resiente el bolsillo de los colombianos es el de los cánones de arriendo, que afectarán a más de 7 millones de hogares. No en vano para este año el golpe fue mayor al subir 13,12% lo que marcó el IPC.
Soat
Por otra parte, la tarifa del Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (Soat), subirá y está determinada por la Superintendencia Financiera.
Esto se calcula en los Salarios Mínimos Diarios Legales Vigentes. Así las cosas, el pasado 1 de enero de 2023 el precio del Soat aumentó un 11,7 %, una cifra inferior a la inflación de noviembre de 2022, que fue del 12,53 %.
En esa época, la Superfinanciera explicó que el valor final a pagar por esta póliza es el resultado de sumar el valor de la prima del Soat más un 52 % de este valor (la contribución que realizan los vehículos al Sistema General de Seguridad Social en Salud -Adres-) y más la tasa del Runt.
Respecto a los peajes, se conoció que el Ministerio de Transporte prepara un decreto con el que subirán 13,12% a mediados de enero y habrá otro aumento de 9,6% para junio.
Los peajes
Respecto a los peajes, Mario Muvdi, presidente de la junta de Cotelco Atlántico, asegura que “todo lo que haga afecta y más cuando hay inflación, que está dejando que muchos colombianos viajen y hagan turismo nacional, que se ha contraído bastante”.
“Todas estas cosas, el aumento de la gasolina, de los peajes, del IVA en los hoteles, en el transporte aéreo está afectando, pero aquí en Colombia las personas resisten mucho, esperemos hasta donde resistiremos la crisis si todo se torna mal”, agregó.
¿Alzas en el diésel?
Por otra parte, se esperan incrementos en el precio del diésel. Teniendo en cuenta que la brecha entre el precio nacional e internacional de este combustible es de unos $8.000, el galón de diésel pasaría de los $9.000, precio actual, hasta los $17.000 o $18.000.
Durante el último congreso de la Federación Colombiana de Transportadores de Carga por Carretera (Colfecar), la presidenta ejecutiva del gremio, Nydia Hernández Jiménez, cuestionó si era justo el alza en el precio del diésel.
Inflación
Por otro lado, mientras que el Gobierno ve una inflación de más del 9% en 2023, el banco central de Colombia ha divulgado también esta semana su último informe de política monetaria, en el que ha revisado al alza sus pronósticos sobre el índice de precios, del 7,9% al 8,4%.
De cara a 2024, el incremento ha sido de cinco décimas, pasando de una inflación prevista del 3,7% en el informe anterior al 4,2% interanual.
El índice se ubicaría ligeramente por debajo de la meta del 3% en el primer semestre de 2025. Estas proyecciones tienen una incertidumbre elevada e involucran riesgos al alza importantes.
Uno de ellos es un efecto más fuerte del fenómeno climático de ‘El Niño’ sobre los precios. Asimismo, los posibles incrementos reales del salario mínimo para 2024, que resulten superiores a los aumentos en los niveles de productividad de la economía podrían generar mayor persistencia a la inflación, y limitar su reducción esperada.
Los impuestos ´saludables’
Por otra parte, se espera el impacto en la inflación del ‘impuestos saludables’.
À partir del 1 de enero se cobrará un tributo del 15% a los alimentos ultraprocesados y las bebidas azucaradas. El tributo a los alimentos ultraprocesados afectará a 21 artículos de la canasta básica del IPC, de los 443 que la componen.
Algunos de los alimentos que ya están afectados, son las carnes preparadas, las harinas, los productos de panadería, el chocolate, las salsas y aderezos, las frituras, los dulces y confites, los helados y las jaleas y mieles.
A partir del primero de noviembre de 2023, cuanto tuvo un incremento de 10% adicional al valor de los productos, seguirá una tarifa de 15% a partir de enero de 2024 y de 20% desde enero de 2025.
Anif estima que el impuesto a los alimentos ultraprocesados en el 2023 generará un incremento cercano a 0.2% en la inflación total.
Para el 2024 y el 2025 espera un aporte anual de 0.1%, con lo que el efecto total podría ascender hasta 0.4%. Las estimaciones se alinean con la proyección del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, que anticipa un impacto sobre la inflación total de 0.21% para el 2023, 0.11% para el 2024 y de 0.12% para el 2025.
Por su parte, se estima que el impuesto generará una contribución adicional cercana a 0.5% para los costos de oferta, medidos a través del Índice de Precios del Productor (IPP).
Por su parte, el impuesto a las bebidas azucaradas ultraprocesadas afecta bebidas como las gaseosas, las bebidas a base de malta, el té o el café, las bebidas a base de fruta, los refrescos y zumos, las aguas saborizadas y mezclas en polvo y las bebidas energizantes y deportivas.
Alimentos y bebidas
Estas se enmarcan en 6 subclases que representan cerca del 0.8% en la ponderación total del IPC y pesan 5.6% en la división de Alimentos y Bebidas no Alcohólicas. La tarifa del impuesto la determinará el gramaje de azúcar dentro de las bebidas, y busca que los consumidores reemplacen su consumo por alternativas más saludables.
Según cálculos de Anif, el incremento en el precio sobre la base actual para los jugos de fruta, las bebidas energizantes y las gaseosas sería cercano a 3%, 7% y 10%, respectivamente. Con esto, la contribución del impuesto sobre las bebidas azucaradas generaría un aporte de 0.05% a la inflación total en 2023, de 0.08% en 2024 y de 0.09% en 2025
En conjunto, la entrada en vigor de ambos impuestos generaría una presión alcista de 0.25% en 2023, 0.18% en 2024 y de 0.19% en 2025. Con esto, los analistas esperan revisar al alza las expectativas inflacionarias, que pasarían de 9.6% anual y 0.65% mensual para cierre de 2023 a 9.8% anual y 0.9% mensual.
Sin embargo, algunas expectativas de mediano plazo también se ajustarían, pasando de 5.7% anual y 0.3% mensual para diciembre de 2024 a 6.15% anual y 0.7% mensual.
Fuente y Fotografía Elnuevosiglo.com