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Venezuela no tiene remedio

“Dejen de lado los partidos políticos, porque mi hijo de tres años nunca eligió a nadie, no tuvo la oportunidad por falta de un medicamento”, dijo ante la Asamblea Nacional Richard Medina, el padre de un niño con cáncer de pulmón que murió en diciembre pasado luego de una complicación de salud agravada por la escasez de medicina. John Pérez relató que su madre murió por problemas cardiovasculares que no fueron tratados a tiempo por falta de insumos médicos: “Tenemos que reflexionar y priorizar la salud. No sólo afectó a mi mamá sino a miles de venezolanos”.

De acuerdo con Freddy Ceballos, presidente de la Federación Farmacéutica de Venezuela (Fefarven), la escasez de medicamentos alcanza el 80% y amenaza con provocar una crisis humanitaria. Crisis que ya fue decretada por la Asamblea Nacional con la intención de presionar al gobierno de Nicolás Maduro “para que tome medidas frente a la grave escasez de insumos, materiales médicos y el deterioro de la infraestructura hospitalaria”.

“Esta escasez es algo nunca antes visto”, explicó Ceballos, quien criticó al Gobierno por desconocer los problemas de desabastecimiento desde 2013, cuando comenzaron a presentarse los primeros casos. De hecho, en su discurso de rendición de cuentas, el pasado 8 de enero, Maduro pasó por alto dos temas que golpean fuertemente a los venezolanos: la violencia y la crisis de la salud, que no merecieron una sola mención en su discurso ante el pleno de la Asamblea Nacional.

Quizás porque el mandatario ha culpado a la “guerra económica” declarada por la “burguesía parasitaria” de todos los males que sufre el país. El mandatario incluso ha señalado como responsables de la crisis de la salud a los médicos y los hospitales.

Peor fue la explicación que dio hace dos días su ministra de Salud, Luisana Melo, quien afirmó que “la estadística de escasez de insumos nos habla del uso no racional del medicamento” y planteó una política de abastecimiento que se focalizará en garantizar “los medicamentos que realmente son necesarios”. ¿Qué medicamentos son necesarios y cuáles no?

El diputado Carlos Valero explicó que en el país falta el 70% de los 150 medicamentos establecidos por la Organización Mundial de la Salud como de obligatorio acceso. También afirmó que sólo se pueden conseguir dos de cada diez medicamentos en Venezuela y propuso crear una comisión especial parlamentaria ampliada donde participen todos los sectores involucrados del sector salud para afrontar el problema.

Según los medios locales, los más difíciles de conseguir son los fármacos para tratar el sistema nervioso central, la tiroides, la hipertensión arterial y la glucemia. “No sólo hablamos de medicamentos. Es un problema del sector salud, porque está en cuestión tanto el diagnóstico como el tratamiento. Ya estamos teniendo problemas con los insumos médicos, como el hierro para los tratamientos intravenosos y los reactivos de laboratorios, gasa y hasta inyectadores”, alertó Fefarven.

“En los casos de hipertensión arterial el problema es a veces muy grave, porque cuando le recetan un remedio y no lo consigue, el médico no quiere cambiarlo. Es que resulta muy difícil estabilizar a los pacientes que sufren esta enfermedad, y no es recomendable cambiarles la medicina”, agregó Ceballos.

De acuerdo con un reciente informe de Human Rights Watch, en Venezuela faltan medicamentos para el tratamiento del dolor, asma, hipertensión, diabetes y enfermedades cardíacas, entre otros. Señala también la escasez de jeringas, gasas y agujas, y asegura que los hospitales no pueden realizar análisis básicos de laboratorio.

“Estamos viendo cómo enfermos de cáncer, diabetes, sida, zika y dengue se han visto afectados porque no hay medicamentos para atenderlos”, denunció la diputada opositora Karin Salanova, que votó a favor del texto aprobado por la Asamblea que, entre otras cosas, le pide al Ejecutivo permitir el envío de medicamentos de particulares de otras naciones a Venezuela.

Una estrategia cada vez más usada por los venezolanos. De acuerdo con Martha Medina, residente en Caracas, “tuve que ubicar medicinas para el párkinson que sufre mi papá en Estados Unidos. Me las donaron unos amigos”. Explica que las redes sociales se han convertido en el lugar para buscar y encontrar medicinas. “Amigos míos ubican anticonvulsivos y antiasmáticos en Twitter y organizaciones de venezolanos en el exterior mandan medicinas por Facebook, pues acá no se consiguen medicinas para patologías graves ni pastillas para el dolor o la alta presión”.

Según un reportaje del periódico venezolano Panorama, muchos cruzan la frontera hacia Colombia para encontrar el remedio para las enfermedades de los suyos. Los medicamentos que más buscan son los que se recetan para pacientes con afecciones cardíacas y con cáncer, unos de los más afectados pues, para acceder a una quimioterapia, muchos han tenido que esperar semanas. Mélida Plata, presidenta de la Fundación Amigos de la Mujer con Cáncer de Mama, le dijo a Panorama que las mujeres con cáncer han sufrido. “Cuando aparece algún medicamento ‘vuela’, porque son muchos los pacientes que lo demandan”.

El estado de los hospitales es el otro lado de esta crisis. El parlamentario William Barrientos advirtió que hay déficit de camas en la red hospitalaria, mostrando imágenes de centros de atención en condiciones inapropiadas de salubridad.

Médicos por la Salud, una red de médicos residentes que trabajan en hospitales públicos de todo el país, reveló que en los 130 hospitales públicos de 19 estados, el 44% de los quirófanos no estaban operativos y el 94%de los laboratorios tienen fallas en el funcionamiento o falta de reactivos.

También se comprobó que en los hospitales había escasez o faltantes del 60% de los medicamentos o insumos médicos que normalmente se mantienen en inventario, y que la mayoría de los medicamentos incluidos en la Lista Modelo de Medicamentos Esenciales, de la Organización Mundial de la Salud, no estaban disponibles en farmacias.

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¿Fracasó Barrio Adentro?

En 2003, el gobierno de Hugo Chávez inauguró la misión Barrio Adentro, que pretendía llevar la medicina a los lugares más desfavorecidos del país. Cincuenta y tres médicos cubanos comenzaron la misión, que aumentó a un plantel cercano a los 10.000 en los siguientes diez meses. Se trata de uno de los programas claves del gobierno chavista, si se tiene en cuenta su continuidad: ha sido renovado y extendido en cuatro ocasiones. En agosto pasado, el gobierno de Nicolás Maduro anunció que se haría una inversión de 2.529 millones de bolívares en el programa en 2016. Según cifras oficiales (con fecha de corte en 2015), en 12 años el programa ha abierto 7.284 consultorios y levantado 585 centros de diagnóstico integral. En principio, el Gobierno atribuyó numerosos beneficios al programa: decía que por primera vez la medicina no era “privatizada” ni una alternativa exclusiva para las clases más boyantes (una de sus cifras apuntaba a un aumento del control prenatal hasta el 57%). Las críticas de la oposición fueron en dos direcciones: el programa no cumplía con las expectativas y había acaparado de manera exagerada los recursos antes dirigidos a los centros hospitalarios en los centros urbanos. En 2013, por ejemplo, el programa se llevó 5,2% de los recursos del Ministerio de Salud, mientras los hospitales recibieron 3,30% del presupuesto. Para 2010, Barrio Adentro tenía el 80% de los recursos y atendía al 10% de los pacientes (en ese entonces, más del 50% de los médicos habían decidido emigrar). El diputado opositor José Manuel Olivares aseguró en una intervención reciente que el sistema, pese a sus beneficios, se ha deteriorado: según dice, el 68% de los módulos de la primera etapa de Barrio Adentro están cerrados y el 30% de la segunda etapa carecen de equipos funcionales y su tiempo promedio para fijar una cita es de mes a mes y medio. Barrio Adentro, se advierte, se está convirtiendo en un hueco fiscal. Olivares afirma que se ha construido un hospital de los 13 que prometió el Ejecutivo en las fases III y IV del programa. En 2014, Maduro había designado un capital de 1.400 millones de bolívares para la restauración de algunos centros.

Fuente y Fotografía ElEspectador.com – AP

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Por Oscar Mendez

Periodista Colombiano y Director del Portal Web www.radionoticiascasanare.com