En esta temporada festiva, Cormacarena hace un llamado urgente a la comunidad para que este diciembre sea una época sin pólvora. El uso de fuegos artificiales durante las celebraciones navideñas y de fin de año ha demostrado ser una amenaza significativa para la fauna silvestre, la ecología local y en general, toda la biodiversidad.
Los estruendos y destellos de la pólvora generan un estrés extremo en la fauna silvestre, afectando negativamente a aves, mamíferos y otros organismos. Las explosiones repentinas alteran sus patrones de comportamiento, provocando desorientación, abandono de nidos y, en casos más graves, lesiones físicas. Además, la contaminación acústica generada puede tener efectos a largo plazo en la comunicación y reproducción de muchas especies.
No menos preocupante es el impacto ambiental. Los residuos químicos liberados durante la ignición de la pólvora contribuyen a la contaminación del aire y del suelo. Metales pesados y compuestos tóxicos se infiltran en los ecosistemas, poniendo en riesgo la salud de la flora y fauna locales.
Con el objetivo de preservar nuestra rica biodiversidad y garantizar la sostenibilidad ambiental, la Autoridad del Meta insta a la comunidad a reconsiderar el uso de fuegos artificiales, optar por alternativas más respetuosas con el entorno como espectáculos de luces sin ruido o eventos culturales, que contribuyan a la conservación de la naturaleza.
Fuente y Fotografía Cormacarena