La unión que no lograron los políticos alrededor de la campaña por el Sí la consiguió la gente en las calles y plazas. Ciudadanos pedían esfuerzos para que el Acuerdo Final de Paz no se caiga.
Miles de ciudadanos marcharon el miércoles en Cali, Medellín, Cartagena, Barranquilla, Pereira y Bogotá para pedir al presidente Santos y a las Farc que no dejen morir el Acuerdo Final de Paz. En la capital de la República la marcha del silencio fue gigante, la plaza de Bolívar se llenó en varias ocasiones y el poder de miles de personas con velas y en perfecto silencio se hizo sentir. (Vea: “Acuerdo ya”, la consigna con la que marcha del silencio defendió proceso con Farc)
“Cuando la intransigencia no escucha nuestras palabras, sólo queda que escuche nuestro silencio”, escribió la senadora Claudia López acompañando un video en el que se veía una plaza repleta, en la que sólo se escuchaba el viento circular entre la gente. Jóvenes, viejos, niños. Estudiantes, profesores, sindicalistas, ejecutivos. Miles y miles de personas caminaron desde el Planetario Distrital hasta la plaza de Bolívar. (Vea: Bogotá no deja de soñar con la paz: así marchó la ciudad pidiendo un pronto acuerdo)
“No hubo consignas de partidos, ni en contra de nadie, sólo cantos por la paz. Gritos de ilusión. Una marcha contra la guerra. No había ni Esmad”, explicó Natalia Barrera con su bebé de un año en brazos. “Me impresionó la cantidad de jóvenes que había. Que la Policía no estaba en plan de reprimir a los manifestantes. Hubo un rechazo abierto a la guerra”, complementa Alfonso León, un profesor de 72 años. (Vea: Así transcurrió la marcha del silencio por la paz)
“No hubo consignas típicas de las manifestaciones políticas. Los almacenes no cerraron. Los vendedores ambulantes se refundían entre la multitud y hacían bromas con los transeúntes. Realmente fue una manifestación en la que la paz, la tolerancia y el respeto se sentían entre le gente. Este fue el primer paso de una movilización que va a salir a defender el acuerdo final a las calles del país. A hacer la pedagogía que los políticos no hicieron”, concluye Hermindia Fonseca, una funcionaría pública de 60 años.
“El pacto nacional no es que los políticos del Sí y del No acuerden en un salón de la Casa de Nariño, el verdadero pacto nacional es el que hicimos los ciudadanos hoy en las calles de Bogotá y otras ciudades”, puntualiza María Herrera, una estudiante de 25 años.
Fuente y Fotografía: www.elespectador.com/Alfredo Molano – Óscar Pérez