Campesinos de la zona del Catatumbo comenzaron a desplazarse desde el jueves en la mañana a la vía que une al municipio de Ocaña con Cúcuta, en Norte de Santander. Inicialmente unos 200 labriegos se concentraron en el corregimiento Aspasica, a quienes se les unieron otros 800 provenientes del municipio de San Calixto.
En camiones, buses y carros pequeños iniciaron la caravana que recorrió un tramo del denominado Anillo Vial para la Paz hasta concentrarse, hacia las seis de la tarde, en el sitio conocido como Capitanlargo, a pocos kilómetros del municipio de Ábrego. En ese punto fueron acompañados por el defensor regional del Pueblo, Nelson Arévalo Carrascal, y por el presidente de la Asociación del Personeros del Catatumbo, Diógenes Quintero Amaya.
Candelario Torres, líder social de la región, tomó la vocería para manifestar que se unieron a la jornada nacional denominada Semana de la Indignación, al considerar que muchos de los acuerdos firmados con el Gobierno en materia de educación, salud y vías, no se han cumplido. “Volvemos a decir que los campesinos somos gente seria, por lo que presentamos un pliego de exigencisa en el que se contemplan soluciones a los problemas que nos aquejan a los catatumberos”, dijo.
Torres agregó que buscan sentarse con los gobiernos departamental y nacional para buscar soluciones a las precarias condiciones que se viven en el Catatumbo. Los casi mil campesinos que se apostaron a lado y lado de la vía se acomodaron en fincas para abastecerse allí de agua y pasar allí la noche.
Este viernes decidirán si se quedan en ese punto o se unen al movimiento ‘Dignidad Arrocera’, que salió a protestar ante el supuesto incumplimiento de los acuerdos a los que se había llegado con los ministerios de Agricultura y Hacienda en 2017. Los arroceros bloquean la vía Cúcuta-Tibú-Ocaña a la altura de la Ye de Astilleros.
Por culpa del bloqueo de los arroceros, varias empresas transportadoras decidieron no despachar vehículos para la capital norte santandereana ni para los municipios del Catatumbo. Además, las administraciones locales de algunas poblaciones, como Teorama y El Tarra, decidieron no atender al público. Entre tanto, Juan Pablo Bacca Manzano, secretario de Gobierno de Ocaña, y el capitán Ibrian Cuero, comandante de la Policía, tras un consejo de seguridad se tomaron distintas medidas, en caso de que el movimiento sufra alteraciones en el orden público.
Fuente y Fotografía ElEspectador.com