La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha anunciado este lunes la suspensión temporal del paro armado decretado el pasado 4 de julio en el departamento de Chocó, en el oeste de Colombia.
La Defensoría del Pueblo de Colombia ha pedido al ELN que ponga un “fin definitivo” a la violencia desatada en la región, que ha afectado a unas 9.000 personas de 52 comunidades en los municipios de Nóvita, Sipí, Istmina, Litoral del San Juan y Medio San Juan, ha publicado el diario ‘El Tiempo’.
Además, el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, ha asegurado que el paro armado es una “muestra de la gravedad de la situación” y que, pese a los esfuerzos de organizaciones internacionales, las comunidades sometidas al “confinamiento” no han podido recibir ayuda humanitaria.
“Es preciso aclarar que ayer y hoy, días en los que ese grupo ilegal aseguró haber suspendido temporalmente el paro armado, la cooperación internacional y miembros de consejos comunitarios están haciendo entrega de ayudas humanitarias en nueve comunidades, (…) Esta primera entrega, de 15 toneladas, incluye enseres, alimentación, medicinas, entre otros productos básicos y necesarios”, ha añadido Camargo.
El anuncio del paro armado por parte del ELN se dio a pesar del alto el fuego pactado con el Gobierno debido a la muerte de un hombre tras la incursión del grupo armado Clan del Golfo, heredero de las ya disueltas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) que se había mostrado interesado inicialmente en participar en diálogos de paz con el Gobierno, aunque el presidente, Gustavo Petro, acabó descartando una posible tregua ante la continuación de la actividad de este grupo.
A principios de junio, las delegaciones del Gobierno de Colombia y de la guerrilla pactaron un alto el fuego bilateral a nivel nacional y de seis meses de duración. Las partes firmaron entonces un acuerdo para el cese bilateral del fuego durante un periodo de seis meses con la vista puesta en su entrada en vigor a principios de agosto.
Fuente y Fotografía Elnuevosiglo.com