El presidente de los Estados Unidos Donald Trump no pierde tiempo en su lucha contra los migrantes: a primeras horas, firmó una orden ejecutiva para negarles fondos federales a las ciudades “santuarios”; es decir, a aquellas que protegen a los indocumentados. Y, luego, firmó un decreto para dar inicio a la construcción del muro entre México y Estados Unidos: el muro Trump. “Hemos estado hablando de esto desde el principio”, sostuvo el presidente respecto a una de sus más aclamadas promesas electorales al firmar el documento junto al recién confirmado secretario de Seguridad Nacional, el general retirado John Kelly.
En una reciente entrevista con ABC, Trump dijo que la construcción del muro empezará “tan pronto como podamos, tan pronto como podamos hacerlo físicamente”. E insistió que México pagará por el muro, sea como sea; aunque, en un primer momento, este sea pagado con fondos federales. Esto pese a que ese país ha dicho que, de ninguna manera, hará tal cosa. “Todo se nos reembolsará en una fecha posterior con cualquier transacción que hagamos con México. Sólo le digo que habrá un pago, que sucederá de alguna forma, quizás una forma complicada, lo que estoy haciendo es bueno para Estados Unidos, también va a ser bueno para México. Un México muy estable y muy sólido”.
Se espera que la construcción del muro cueste unos 11.800 millones de dólares y refuerce la frontera sur. Aunque algunos analistas han dicho que este muro será insuficiente para detener la migración ilegal, debido a que muchos inmigrantes llegan por aire y se quedan en los Estados Unidos.
Fuente y Fotografía ElEspectador.com