Un grupo de 60 indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta están protestando en contra de la construcción de un edificio que estará ubicado en el sector sur de la popular playa El Rodadero, según ellos por estar dentro de “territorio sagrado”.
Las autoridades ancestrales del resguardo Kogui – Malayo – Arhuaco, aseguraron que por manifestarse en contra de dicho proyecto han recibido amenazas “de muerte” con armas de fuego. El complejo residencial, que llevará el nombre de Magenta y quedará sobre la desembocadura del río Gaira, está siendo comercializado en ferias inmobiliarias por constructoras como Araujo y Segovia.
En la manifestación la etnia indígena dijo que la zona, donde hay maquinaria pesada para levantar el edificio, se encuentra en la “Línea Negra”, sector estratégico que une la Sierra Nevada de Santa Marta con la parte alta de los departamentos de La Guajira, Cesar y Magdalena.
La “línea negra” funciona como una protección cultural de los cuatro pueblos indígenas que habitan entre el macizo intertropical y el cerro Jate Matuna. “Mantiene el balance entre el calor y el agua. Con su destrucción aumentarán más los efectos de las temperaturas elevadas y la sequía en Santa Marta y la Sierra Nevada”, dicen los líderes.
También reclaman que este territorio está protegido constitucionalmente y que hay irregularidades en las normas de protección de recursos naturales para construir el edificio. Las autoridades ancestrales se quejaron formalmente ante la Inspección de Policía de El Rodadero y el Departamento Administrativo del Medio Ambiente, Dadma, que ordenaron cierre de la obra por incumplimiento en permisos ambientales.
Fuente y Fotografía ElEspectador.com