El uso intensivo y prematuro de los teléfonos inteligentes por parte de niños y preadolescentes acarrea relaciones negativas con el aprendizaje, las habilidades digitales, el uso problemático de dichos teléfonos y el uso activo de las redes sociales.
En particular, disminuye el rendimiento académico de una porción sustancial de la población estudiantil. Dos estudios de Milano-Bicocca y Supsi corroboran estos hallazgos, utilizando datos del Instituto Nacional para la Evaluación del Sistema Educativo (Invalsi).
El primer estudio, titulado “La era del teléfono inteligente: un análisis de los indicadores sociales sobre la edad de acceso de los niños y sus posibles consecuencias a lo largo del tiempo” y publicado en “Youth&Society”, investiga las asociaciones que hay entre la edad de acceso al dispositivo y los resultados seleccionados en una muestra representativa de 3.247 estudiantes italianos en el grado 10. Al tiempo que muestra que las mujeres y los estudiantes de familias con menos educación tienen más probabilidades de recibir teléfonos inteligentes antes, el estudio encuentra que el acceso temprano a los teléfonos inteligentes se asocia negativamente con el buen desempeño de los adolescentes a la edad de 16 años (incluso controlando una serie de variables socioeconómicas).
Aplazar el acceso también reduce la brecha de género en el dominio del idioma, las habilidades digitales y la satisfacción con la vida. El estudio fue realizado por Tiziano Gerosa, investigador de la Universidad de Estudios Profesionales del Sur de Suiza (SUPSI), Marco Gui, director del Laboratorio de Transformación Digital y Bienestar de la Universidad de Milano-Bicocca (Departamento de Sociología e Investigación Social) y Lucilla Losi, postdoctorando y asistente de investigación en el Departamento de Tecnología y Desarrollo Empresarial de la Universidad de Aarhus.
Segundo estudio
El segundo estudio, titulado “La adquisición temprana de teléfonos inteligentes afecta negativamente el dominio del idioma, pero solo para grandes usuarios de medios. Resultados de un estudio longitudinal cuasi-experimental”, escrito por Tiziano Gerosa y Marco Gui, probó las principales hipótesis teóricas respecto al papel de los teléfonos inteligentes en el proceso de aprendizaje (tanto los que plantean beneficios como los que anticipan efectos negativos) utilizando datos longitudinales.
“Este estudio es uno de los primeros en profundizar en el impacto del uso temprano de teléfonos inteligentes en los niveles de aprendizaje utilizando un diseño contrafactual más sofisticado y pruebas estandarizadas a nivel nacional”, dijo Tiziano Gerosa. “Se trata, de hecho, de un estudio cuasiexperimental que utiliza datos longitudinales del Invalsi sobre niños y preadolescentes en transición de la escuela primaria a la secundaria. Esta metodología nos permite abordar, aunque con ciertas suposiciones, una interpretación causal de los resultados”, afirma.
La investigación abarcó un rango de edad de 10 a 14 años, comparando a quienes adquirieron el dispositivo a los 10 y 11 años, durante la transición de primaria a secundaria, con quienes lo recibieron en años posteriores, concretamente a los 12, 13 y 14 años de edad. La muestra total estuvo compuesta por 1.672 estudiantes italianos de escuelas secundarias.
Los resultados no indican ningún beneficio al final de la educación secundaria para aquellos que obtuvieron teléfonos inteligentes de forma temprana, incluso para los estudiantes más motivados académicamente. Sin embargo, los participantes que desarrollaron hábitos intensivos de uso de los medios antes de tener un teléfono inteligente (más de dos horas diarias de televisión y videojuegos) experimentaron un impacto negativo significativo en su aprendizaje del idioma italiano. En el momento de la recopilación de los datos, los estudiantes con uso intensivo de pantallas (y, por lo tanto, sujetos al posible efecto negativo de los teléfonos inteligentes) constituían el 23,5 por ciento de la población estudiantil italiana.
“Estos resultados no sólo confirman la existencia de relaciones negativas entre el uso temprano de teléfonos inteligentes y los resultados de la vida a largo plazo –afirmó Marco Gui–, sino que también muestran que detrás de dichas correlaciones se esconde un impacto negativo directo, que se hace visible para aquellos con una capacidad reducida para limitar el tiempo frente a la pantalla debido al contexto familiar o características psicológicas específicas”.
Durante mucho tiempo ha habido un importante debate sobre el impacto del uso de los medios digitales en el desarrollo de los menores. La literatura ya ha identificado una relación negativa entre el uso temprano y excesivo de teléfonos inteligentes y los resultados académicos, pero a menudo ha habido quejas sobre la ausencia de evidencia científica más sólida, más allá de las meras correlaciones.
Fuente y Fotografía Elnuevosiglo.com