Terminó otra novela alrededor del futuro del otrora 10 de la Selección Colombia, James Rodríguez, que cada vez que cambia de equipo por alguna circunstancia termina imbuido en un escenario de incertidumbre sobre si ese nuevo rumbo será el más aconsejable para su agitada carrera futbolística.
Tras dos meses de dudas en torno a si continuaba en la liga Premier o se iba a otro de los grandes campeonatos de Europa, ayer el volante ofensivo dejó finalmente el Everton para fichar por el Al Rayyan catarí, dirigido por el francés Laurent Blanc, según lo anunció ayer el equipo del país que será la sede principal del mundial de fútbol el próximo año.
“‘Done’, hecho”, tuiteó el club catarí junto a una foto de James vestido con la elástica de la selección de Colombia para confirmar el fichaje, añadiendo en otro tuit posterior: “Bienvenido, ‘Welcome’ James Rodríguez”.
De 30 años, James llegó en septiembre de 2020 a los ‘Tofees’ procedente del Real Madrid para ponerse a las órdenes de Carlo Ancelotti, con el que ya había coincidido en la capital española.
Pese a sus buenos inicios con el club de Liverpool, su irregularidad, unida a la del equipo, y sus lesiones en el gemelo a lo largo de la temporada, sólo le permitieron disputar 26 partidos entre todas las competiciones la temporada pasada, anotando 6 goles y dando 9 pases de gol.
Tras la renuncia de Ancelotti para ir a dirigir, de nuevo, el Real Madrid, la situación se le empezó a complicar aún más al cucuteño. De un lado, porque debido a que venía lesionado y no tenía mayor continuidad no fue convocado por el nuevo técnico de la Selección Colombia, Reynaldo Rueda, para los partidos de la Copa América en Brasil como tampoco para los de la triple fecha de las eliminatorias mundialistas. No haber sido llamado generó una reacción poco sutil de Rodríguez, que hizo varias declaraciones críticas al respecto e incluso puso en duda volver a vestir la camiseta del combinado patrio.
A ello se sumó, que el Everton designó como técnico al español Rafael Benítez, con quien James ya había coincidido en el Real Madrid, teniendo con él la peor temporada en su paso por el club merengue, situación que empeoró cuando Zinedine Zidane tomó el mando del club blanco.
El no ser tenido en cuenta por este último fue lo que finalmente llevó a que Rodríguez se fuera al Bayern Múnich alemán, en donde estuvo un par de temporadas para luego volver a la capital española. Sin embargo, no logró empatía con el técnico galo y eso selló su salida, yendo a recabar al Everton, con Ancelotti, que siempre ha valorado su estilo de juego.
Aunque se especuló que en el mercado de mitad de año James podría ir a un equipo de Italia, España, Portugal o de la misma liga inglesa, al final, su inactividad y el alto precio de la ficha hicieron imposible su transferencia.
Cerrado el mercado de transferencias europeas, todo hacía indicar que se resignaría a quedarse en el Everton, pese a sus diferencias con Benítez, pero esta semana sorpresivamente se abrió la posibilidad de Catar, un fútbol lejano y poco competitivo, pero en donde le pagarán el sueldo que exigía el jugador.
Obviamente para un mediocampista de apenas 30 años y con la calidad y trayectoria de James, terminar en Catar parece ser un premio de consolación que, además, lo aleja aún más de retornar a la selección, sobre todo de cara a la nueva triple fecha eliminatoria de octubre.
Buen negocio en lo económico y malo en lo deportivo, señalaban ayer los expertos. Aunque otros señalaron que allí tendría continuidad y podrá recuperar su nivel pata volver a brillar. Habrá que esperar.
Fuente y Fotografía Elnuevosiglo.com