El tenista serbio Novak Djokovic retuvo este domingo su título del Abierto de Wimbledon y puso fin a una racha de decepciones tras perder la final del US Open 2021, verse expulsado de Australia a principios de año y no poder defender la corona de Roland Garros, en París.
Nole comenzó mal la temporada 2022. Sin estar vacunado contra el coronavirus, obtuvo una exención para jugar el Abierto de Australia, primer Grand Slam del año y su torneo más exitoso con nueve títulos. Pero a su llegada al aeropuerto de Melbourne se le negó la entrada y fue ingresado en un centro de retención de inmigrantes mientras su caso era examinado por los tribunales. Finalmente fue expulsado de Australia justo antes del torneo.
Después, también debido a su rechazo a la vacuna, no pudo jugar los Masters 1000 de Estados Unidos (Indian Wells y Miami) y retomó la competición en la gira europea de tierra batida.
El título en Roma no alivió su posterior decepción, pocos días después, por la eliminación en cuartos de final en Roland Garros a manos de Nadal. En el proceso, cedió su posición como número uno del mundo.
Pese a todo, Djokovic llegó a Wimbledon como favorito, sin haber jugado un solo partido oficial de preparación para saltar a la hierba londinense, gracias a su récord de imbatibilidad desde su eliminación en cuartos de final en 2017. Venció a Nick Kyrgios por 4-6, 6-3, 6-4 y 7-6 (7/3) en la final para ganar un séptimo título en el All England Club e igualar a su ídolo Pete Sampras.
Ahora está a una sola victoria de los ocho títulos ingleses de Roger Federer y con su vigésimo primer título de Grand Slam, también está a uno del récord de 22 de Rafael Nadal, aunque aún no se ha vacunado contra el covid-19 y corre el riesgo de que no se le permita entrar a Estados Unidos en agosto para competir en el US Open.
Fuente y Fotografía Elespectador.com