Millonarios se coronó campeón en la Copa BetPlay y de paso ganó un cupo para la Copa Libertadores de América y lo hizo acudiendo a la idea de juego que lo ha caracterizado en buena parte del año.
Para alcanzar este primer título en la era del técnico Gamero, los azules remontaron el 1-0 con que salieron derrotados por Junior en Barranquilla, y lo hicieron con un fútbol fluido, totalmente ofensivo y sin conceder mayores ventajas a los ‘Tiburones’.
Luis Carlos Ruiz, de pena máxima, y David Silva, fueron los encargados de darle vuelta al tanteador y poner a festejar a los 34 mil espectadores que colmaron El Campín, a pesar de la lluvia y del intenso frío capitalino.
Del lado de Junior, su técnico Julio Comesaña, a pesar de la nómina que tiene, hizo todo lo contrario a lo que le propuso el rival. Vino a Bogotá con la idea de defenderse y contragolpear, pero su planteamiento fue erróneo de principio a fin.
Un equipo que aspira a ser campeón no debe limitarse a lo que pueda hacer su arquero para evitar la caída de su valla y a dos remates al arco contrario a lo largo de 90 minutos.
Millonarios le copó espacios, lo presionó en todos los sectores del campo, le cortó los circuitos de juego que pretendió montar y acechó continuamente el arco defendido por Sebastián Viera, al punto que antes del gol de Ruiz ya contabilizaba cinco disparos a puerta.
Comesaña, cuyo planteamiento fue timorato, se quejó de la acción que terminó en la sanción de la pena máxima, pero la falta existió, fue clara.
Dentro del área, Dani Rosero derribó a Juan Pablo Vargas y el árbitro Wilmar Roldán no dudó en señalar el punto blanco, cuando transcurría el minuto 18.
La ejecución de Ruiz, quien engañó al portero Viera, puso a soñar a los aficionados, no solo porque con eso equilibraba la cuenta, sino porque en el gramado del coloso de la calle 57 se veía mucho mejor al local, llevado del talento de Daniel Cataño, quien mostró su mejor versión desde que llegó a las huestes azules.
También Luis Carlos Ruiz, Carlos Gómez, Andrés Llinás y Juan Pablo Vargas, contribuyeron para que el onceno local impusiera condiciones, tanto por su trabajo de marca, como por el apoyo en ataque, sin demeritar lo hecho por Larry Vásquez.
Por su parte, Silva se veía incómodo como volante de primera línea y Daniel Ruiz no apareció con su talento, aunque sí con sacrificio.
Con el transcurrir de los minutos los dirigidos por Gamero aflojaron y Junior pareció reaccionar; entonces en la única oportunidad en que fue exigido, el golero Álvaro Montero respondió con seguridad.
Para la segunda mitad dio la sensación de que el partido iba a ser más equilibrado, que Junior tenía la intención de pelear el marcador, pero muy pronto los azules retomaron el control de las acciones.
No obstante, fue solo hasta el minuto78 que llegó el gol que le daría la ventaja a los capitalinos. Un remate de media distancia de Silva significó el 2-0 y puso las cifras 2-1 en el global.
Ya sobre el final, los ‘Tiburones’ tuvieron un par de aproximaciones, pero esta vez Millonarios supo defender la ventaja, manejó el resultado y hasta estuvo cerca de concretar la tercera anotación en un duelo que bien pudo terminar en goleada.
Los celestes festejaron. Es el primer título de Gamero en sus tres años al frente de los azules, pero tiene un mérito adicional: lo conquistó con un plantel básicamente formado en las divisiones interiores.
La victoria y el título se convierten en un impulso anímico para los capitalinos de cara al inicio de los cuadrangulares ante Santa Fe el domingo. Y lo mejor es que volvió a ser ese equipo que juega bien al fútbol, que presiona, que remata al arco contrario y acaparó elogios por su idea clara para hacer las cosas. También volvió a ser sólido en defensa y Montero seguro.
Fuente y Fotografía Elnuevosiglo.com