“Nunca respaldaré la eliminación de cajas de compensación”

En medio de la polémica que suscitó la propuesta de ANIF de eliminar las cajas de compensación porque “generan sobrecostos para las empresas”, el presidente Iván Duque fue claro al decir este jueves que su Gobierno “nunca respaldará propuestas que las eliminen o debiliten”.

En Davos, Suiza, el Mandatario aseguró que, “las Cajas de Compensación son un mecanismo valioso para brindarle a los trabajadores oportunidades y servicios para mejorar su calidad de vida”.

Agregó que, “trabajaremos por fortalecer sus beneficios a los colombianos”.

De acuerdo con ANIF, en la próxima Reforma Laboral que se presentará al país, se hace imperativo eliminar el pago de los intereses de las cesantías equivalente al 1% del valor de la nómina y que se paga a finales de enero.

Según la ANIF, se hace imperativo ajustar el incremento del salario mínimo a la regla universal, de manera que los aumentos no superen las ganancias en productividad.

En un informe denominado “Tensiones del mercado laboral, productividad e incrementos del salario mínimo legal (SML)”, la ANIF señala que la “reforma laboral que requiere el país debe atacar frontalmente dichas inflexibilidades mediante elementos como continuar reduciendo los costos no salariales, en línea con lo logrado en la Ley 1607 de 2012 (eliminando el 4% de sobrecosto empresarial que representan las Cofamiliares), y eliminar los intereses de las cesantías (equivalentes al 1% del valor de la nómina)”.

Rechazo

A su vez, la presidenta de la Asociación de Cajas de Compensación Familiar, (Asocajas), Adriana Guillén, dijo que eliminar las 43 cajas que existen en el país significaría un costo muy alto, pues 22 millones de colombianos están afiliadas a estas.

“Nosotros estamos soportando, por ejemplo, todo el mercado de vivienda social en Colombia. El año pasado se gastaron $1.2 billones en subsidios de viviendas. La gente desconoce, por ejemplo, que la tercera parte de afiliados en salud está con las cajas”, añadió.

En ese sentido, Guillén manifestó que eliminarlas, como lo propuso Anif, crearía un hueco fiscal gigante.

Además, dijo que el 84% de los colombianos afiliados son personas de bajos ingresos que hoy gozan de los beneficios que ofrecen las cajas.

“La inmensa mayoría, que gana menos de 3 millones de pesos sí gozan de sus beneficios. Por ejemplo, las personas que ganan menos de 2 millones de pesos reciben un subsidio por cada hijo que esté inscrito en una institución educativa o por cada adulto mayor que dependa económicamente del trabajador”, puntualizó.

Los aportes

De acuerdo con la iniciativa de Anif, los aportes que hacen las empresas a las cajas son costos no salariales, lo que hace que los gastos de nómina sean demasiado elevados. Al respecto Guillén dijo que estos aportes, que suman cerca de $6 billones de pesos, no se podrían sustituir, lo que, a la larga, terminaría incidiendo en, por ejemplo, los subsidios de vivienda.

“También podemos hablar en temas de infancia y niñez. Nosotros somos unos de los operadores más importantes de jardines infantiles en el país”, explicó.

Añadió que el aporte empresarial es una forma de redistribuir el ingreso, pues, a su juicio, este es un modelo que demuestra que es posible crear rendimientos y a la vez desarrollo social.

Defensa

En un comunicado, Asocajas indica que “el Sistema de Compensación Familiar es el mecanismo mediante el cual los empresarios, a través de sus aportes, contribuyen a la generación de equidad y bienestar, un tema que cobra mayor relevancia en este momento por el cual atraviesa el país.  Por esto, la propuesta de Asocajas es abordar esta problemática bajo una mirada holística, conversar, encontrarnos y articularnos. Ministros, Representantes del Gobierno, líderes gremiales, trabajadores, empresarios y académicos, debemos reunirnos para analizar esta realidad que requiere con urgencia una mirada integral y analítica”.

Sostiene el gremio que “es cierto que es importante reducir el costo de crear empleo, pero también se debe ser cuidadoso al momento de decidir de qué costos prescindir, pues no podemos perder de vista la proporción del beneficio que se irradia a partir de este aporte a 22 millones de personas y la imposibilidad actual de que el mismo sea asumido por el presupuesto público como ocurrió en el caso de los aportes al Sena y al ICBF. Eliminar este aporte empresarial pondrían en serios aprietos al sector vivienda, salud y educación con el cual indirectamente generamos de formalidad y acabaría de tajo con el acceso a recreación cultura y turismo para la población”.

Fuente El Nuevo Siglo.