Con una inflación que bordea el 5%, muy por encima del tope máximo proyectado por el Banco de la República, esta semana comienza el mes más caliente para las discusiones del salario mínimo de 2022.
El primer vencimiento legal para lograr un acuerdo es el 15 de diciembre, pero las partes pueden ampliar los debates hasta tanto lo consideren; el tope será el 30 de diciembre, cuando se debe tener una decisión, ya sea que haya humo blanco entre empresarios y trabajadores o que el Gobierno expida el decreto de manera unilateral.
Esta semana, de acuerdo con el Ministerio de Trabajo, se instalará la mesa de concertación laboral, para comenzar las discusiones para establecer el nuevo incremento.
El ministro de Trabajo, Ángel Custodio Cabrera, confirmó que en la primera semana de diciembre se conocerá la agenda. “Queremos escuchar a otras personas, a centros de pensamiento, y que los mismos empleadores y trabajadores nos digan a quién debemos invitar para tomar una muy buena decisión que el país requiera”, afirmó Cabrera.
Manifestó que nota un ambiente muy propicio, a pesar de todas las dificultades económicas que está viviendo el país, para buscar un acuerdo que hace muchos años no se logra y están dadas las condiciones.
El titular de la cartera laboral dijo que son tres los elementos a tener en cuenta en la negociación: la inflación causada, la productividad y la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores.
El empleo
El Ministro de Trabajo dijo que se tienen que acabar los contratos de prestación de servicios y anunció que hoy dará a conocer cuántos nuevos puestos de trabajo se generaron entre septiembre y octubre de 2021, para los jóvenes del país.
Cabe recordar que para 2021 el incremento del salario mínimo fue de 3,5% y se ubicó en $908.526 sin contar el subsidio de transporte.
La discusión no solo considerará la coyuntura del segundo año con pandemia, sino que también se verá enmarcada por una alta inflación, que al cierre de octubre se ubicó en 4,58% en su variación anual, y se espera que cierre el año, según algunos analistas, incluso supere el 5%, mientras que la encuesta de expectativas del Banco de la República proyecta que llegue a alrededor de 4,9%.
Además, el dato de productividad que revelará en las próximas semanas el DANE también podría salir positivo, según algunos expertos, lo que llevaría a que el alza del mínimo sea superior al 5%.
Teniendo presente estos componentes, algunos analistas incluso consideran que el dato podría ser aún más alto, dependiendo de las cifras de productividad.
Jaime Rendón Acevedo, director del Centro de Estudios e Investigaciones Rurales (CEIR) de la Universidad de La Salle, dijo que “en los últimos 10 años ha tenido un promedio de 1,75% (2,3% en el período del actual Gobierno), cuando el crecimiento del PIB ha sido del 2,6%. Si se mantiene la media, el aumento salarial debería estar entre el 6,5% y el 7,5%. Este sería el primer escenario, en un contexto electoral difícil”.
Sindicatos
Sin embargo, este panorama es complicado. Las tres centrales obreras (CUT, CGT y CTC) anunciaron que irán con una propuesta única a la mesa de negociaciones con el Gobierno y los empresarios para definir el aumento del salario mínimo para 2022 en Colombia, dado que a finales de este mes se instalaría el espacio de diálogo.
Y la propuesta de los sindicatos sería de 10,1% para que, por primera vez, el salario mínimo alcance el millón de pesos.
El secretario general de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Diógenes Orjuela, dijo que aunque algunos sectores empresariales proponen el 6% como porcentaje de aumento para 2022, a él le parece insuficiente por lo que, aunque no haya un número claro, cree que debe ser por lo menos el 10%. Dice que esto impulsaría la reactivación económica.
Iniciativas
Precisamente la cifra del millón de pesos se ha convertido en un mito. Ante ello, también los empresarios tienen una idea que podría hacer realidad ese millón: un “salario mínimo empresarial”.
La iniciativa la lidera Grupo Oikos, cuyo presidente, Luis Aurelio Díaz, dice que ante la “novela” de todos los diciembres, en la que centrales y Gobierno no se ponen de acuerdo, los empresarios deben adelantarse y explorar alternativas.
Así, la propuesta es que independiente del ajuste del salario mínimo al que se llegue, las empresas se metan la mano al bolsillo y agreguen el equivalente a 5 puntos más a la remuneración de sus trabajadores.
Si, por ejemplo, al final de la discusión sobre el mínimo de 2022 se definiera un ajuste en torno a 6% (como lo proyectan varios analistas) el complemento de los empresarios permitiría que los colaboradores vieran una subida de 11%.
“La idea es que esto sea un tema en donde los empresarios que así lo quieran entiendan que la única forma de sacar el país adelante y mejorar la calidad de vida de las personas es dando un poco más de lo que el Gobierno tiene estipulado en su salario mínimo”, sostuvo el presidente de Grupo Oikos.
Dijo que la idea es darle margen al Ejecutivo en su política de mantener la inflación a raya y negociar un salario mínimo que no afecte esa variable, sin que ello le quite poder adquisitivo a los colombianos. De manera que si el costo de la vivienda subiera 6%, como lo haría también el mínimo, la población tendría una capacidad de compra mayor gracias a los 5 puntos que agregaría el sector privado.
Esto se da en un contexto en el que todo indica que la puja por el mínimo será difícil. De un lado, las centrales obreras irían con la convicción de que deberán subir al menos 10%, tal como lo reseñó Diógenes Orjuela, secretario general de la CUT.
En la otra orilla, empresarios y expertos plantean un incremento del orden de 6%, el cual llevaría el mínimo a $963.037 el próximo año, partiendo de que actualmente –sin auxilio de transporte– está en $908.526.
El Gobierno, en tanto, no ha mostrado una postura tan clara, aunque tendrá el reto de llevar una alternativa capaz de no ejercer presión sobre la inflación, que va al alza, y al mismo tiempo estimular el gasto de los hogares a través de mayores ingresos.
Los dos indicadores para el salario
Según el análisis de varios expertos, el aumento del Salario Mínimo en Colombia para el 2022 dependerá de dos elementos importantes: la tasa de inflación, la cual llegó hasta el 4,58% del incremento anual hasta el mes pasado, y la productividad laboral.
“La productividad es un indicador desafortunado ya que no ha sido usual que las partes de la negociación se pongan de acuerdo sobre la validez técnica y, por lo tanto, del dato preciso de este factor. Lo cierto es que el crecimiento económico se espera esté cercano al 8%, aspecto que pondrá en aprietos a las partes ya que, en un contexto de recuperación económica con alto desempleo, el mayor crecimiento necesariamente conduce a una mejoría en la productividad del trabajo”, señaló Jaime Rendón Acevedo, director del Centro de Estudios e Investigaciones Rurales de la Universidad de La Salle.
“En los últimos 10 años ha tenido un promedio de 1,75% (2,3% en el período Duque) cuando el crecimiento del PIB ha sido del 2,6%. Si se mantiene el promedio, el aumento salarial debería estar entre el 6,5% y el 7,5%. Este sería el primer escenario que, en un contexto electoral difícil, la Presidencia, salvaguardando su partido de Gobierno, no se atreverá a contrariar”, añadió Rendón.
En la actualidad el salario mínimo en toda Colombia es de $908.526, lo que a la vista de los ciudadanos de a pie termina siendo un ingreso muy por debajo de lo esperado para, por lo menos, tener una vida más digna y con todos los recursos básicos.
Fuente y Fotografía Elnuevosiglo.com