La comunidad de Santa Cruz agredió a Keiner Pérez, presunto culpable del crimen, causándole la muerte. Enfrentamientos entre la población y la fuerza pública dejaron la tercera víctima en menos de 24 horas.
En el corregimiento de Santa Cruz, en el municipio de Luruaco, alrededor de las siete de la noche de este lunes 14 de enero, fue encontrado el cuerpo de Abel Antonio Ávila Cabrera, un campesino de 78 años.
El cuerpo fue hallado decapitado y desmembrado en su finca llamada Los Cocos, ubicada a las afueras de la población.
Según el testimonio de Joanis Ávila, la hija menor del hombre, su hermano, Pedro Ávila, “cerró todo en la finca a las 5:30 de la tarde para venirse porque pensaba que papi estaba en la casa”, dijo.
Sin embargo, la ausencia de Abel Antonio hizo que fueran a buscarlo a la finca, en donde recorrieron dos hectáreas de terreno en compañía de varios vecinos antes de encontrarlo.El cadáver estaba oculto en un pozo donde normalmente se colocan los mangos que se descomponen en época de abundancia.
La familia de la víctima y parte de la comunidad culparon del crimen a Keiner, Álex y Elvis, ‘los hermanos Pérez Cabrera’, también conocidos como ‘Los Culebros’.
Joanis aseguró que hace un año y medio atentaron contra la vida de su padre porque los sorprendió robando cultivos. Para ese entonces, un perro que vivía en la finca se interpuso y recibió el ataque.
La población decidió hacer justicia por mano propia y atacaron a Keiner Pérez quien, tras golpes y cortadas, falleció en un playón que se utiliza como cancha de softball. Asimismo, incendiaron las viviendas de algunos familiares de Pérez.
“Ellos tenían que investigar, no tenían seguridad de que fueron ellos. A ellos los sacaron de aquí, estaban con nosotros en la casa y nos quemaron todo, nos dejaron con lo que tenemos puesto. Sus papás tuvieron que huir porque también los iban a matar”, contó a El Heraldouna mujer que se identificó como prima del joven de 24 años.
Otro hermano, Álex, también fue agredido con piedras y resultó con una herida de machete en su espalda.
La Policía intervino para controlar la situación, pero el enfrentamiento dejó un menor de edad muerto.
Alrededor de las 11 de la mañana de este martes 15 de enero, un joven de 17 años, identificado como Javier Velásquez, perdió la vida por una bala perdida. “Me mataron a mi hijo y fueron los Policías. Él venía corriendo huyendo de los gases y la policía comenzó a disparar y le dieron a él”, relató José Velásquez, padre de la tercera víctima.
El coronel Henry Jiménez, comandante de la Policía del Atlántico, el secretario de Gobierno Departamental, Guillermo Polo, y el alcalde municipal, Antonio Roa se reunieron en Santa Cruz para liderar un consejo de seguridad y atender la situación.
De acuerdo con Jiménez, miembros del CTI de la Fiscalía llegaron a la zona para el levantamiento del cuerpo, pero, por un rumor de que Álex había sido capturado y se encontraba en uno de los vehículos, la comunidad los atacó.
“Ya tenemos un equipo de la Justicia Penal Militar y personal de disciplina del departamento averiguando la situación que se pudo presentar”, agregó.
Por su parte, Polo informó que en el consejo se acordó implementar ley seca y toque de queda, además de que habrá presencia del Ejército y la Policía esta semana, y el próximo lunes 21 de enero se hará una evaluación de la situación.
Fuente y fotografía El Espectador.