EL 5.3% de las más de 111 millones de vacunas contra el covid que Estados Unidos ha donado a nivel mundial fue para Colombia, lo que pone de relieve la solidaridad y colaboración que tanto ese gobierno como sus predecesores han dado a nuestro país, un socio clave en la región.
Desde que inició la emergencia global por el coronavirus, a comienzos del 2020, Estados Unidos puso a Colombia en los primeros lugares en el programa de asistencia para combatir el covid. De esta forma el país recibió no sólo ayuda en especie (implementos de bioseguridad, adecuación de hospitales regionales y algunos equipos médicos básicos), sino más de 200 ventiladores (mecánicos y portátiles) que ayudaron a ‘oxigenar’ el sistema de salud en los momentos más críticos de la primera ola de la pandemia.
La colaboración norteamericana hacia Colombia ha sido una constante en los 199 años de relación diplomática bilateral, la que inició un 19 de junio cuando el presidente Monroe recibió las cartas credenciales de Manuel Torres como representante en Washington. Desde entonces acá han sido cientos los flancos en que ha brindado colaboración, asistencia y participación directa, con grandes inversiones, sin importar la filiación política de la administración de turno.
Reza el refrán popular que los amigos se conocen “en las buenas, pero sobre todo en las malas”. Y ese fue precisamente la frase que recordó el presidente Iván Duque, hace un año (administración de Donald Trump), para agradecer a Estados Unidos la donación de 15 ventiladores y recursos para ayuda alimentaria, las primeras de muchas más.
Las más recientes, como se sabe, han sido las de vacunas contra el covid, tres de las cuales son desarrollos norteamericanos gracias al millonario apoyo financiero que brindó la Casa Blanca para investigar, descubrir y procesar biológicos de alta afectividad.
Cuando el demócrata Joe Biden asumió la presidencia, el pasado 20 de enero, tenía dos objetivos claros en la lucha contra el coronavirus: acelerar la vacunación iniciada por su antecesor y liderar -como lo ha hecho en las últimas cinco décadas- la seguridad sanitaria mundial. De allí que planeara, una vez estuviera inoculada la mayor cantidad de la población en Estados Unidos, entregar sin costo alguno biológicos a decenas de países.
Con un cronograma que cumplió anticipadamente, a excepción del establecido para el 4 de julio y que consistía en que el 70% de los adultos en su país tuvieran al menos una dosis de vacuna anticovid, Biden ejecutó su plan sobre donación de vacunas, siendo Colombia no sólo uno de los primeros favorecidos sino el que mayor número de estas ha recibido en América Latina y el Caribe y el tercero en el mundo. Son 6 millones los biológicos recibidos, superado por Indonesia, al que entregaron dos millones más y Filipinas, 6.239.000.
‘Arsenal’ de vacunas
“Mientras seguimos luchando contra la pandemia de covid-19 en casa y trabajamos para acabar con la pandemia en todo el mundo, Estados Unidos será un arsenal de vacunas para el mundo”, dijo recientemente el presidente Biden, y a fe de las cifras se evidencia que es así.
A la fecha, Estados Unidos ha donado 111.791.000 de vacunas (Moderna y Janssen) a 65 países de todos los continentes. Y si bien ha priorizado las mismas para el resto del continente americano y África hay muchos países asiáticos en el listado.
En América, contando con Canadá, son 16 los países beneficiados con estas donaciones. El total de biológicos entregados es de 38.557.000, lo que representa el 34.5% del total. Y, como reseñamos anteriormente, Colombia es el mayor receptor seguido de Guatemala (4.500.000) y México (4.049.000), tal como lo muestra el gráfico.
Acompañan a Colombia en la lista de los mayores receptores, además de Indonesia y Filipinas, Sudáfrica (5 millones 600 mil) Bangladesh (5 millones 500 mil) Vietnam y Pakistán (5 millones cada uno).
Entre 3 y 4 millones de vacunas han recibido Afganistán, Brasil, El Salvador, Honduras, Nigeria y Uzbekistán. En el rango inmediatamente inferior están Canadá, Ecuador, Nepal, Paraguay, Perú y Ucrania.
Entre uno y dos millones fueron receptores Bolivia, Camboya, Etiopía, Laos, Malasia, Nepal, Corea del Sur, Sri Lanka, Tajikistán, Tanzania, Tailandia y Túnez. El resto de los 65 elegidos por la administración norteamericana han recibido como entre 151 mil (Mali) y 604 mil (Sudán). La ayuda se ha extendido a territorios pequeños y alejados como Fiji.
Washington despachó las vacunas mayormente a través del sistema de distribución internacional Covax -del que Colombia no solo hace parte, sino que lidera- pero también en conjunto con organizaciones como la Unión Africana o la Comunidad del Caribe (Caricom).
El total de lo destinado por la Casa Blanca en donación de vacunas contra el covid supera a todos los demás países juntos que han hecho lo propio, destacó el presidente Biden este martes al enfatizar que “estas entregas (de inoculantes) son gratuitas, no hay favoritismos ni compromisos adjuntos. Lo hacemos para salvar vidas”.
Esta mayor disponibilidad de vacunas hizo que el número diario de nuevos casos se redujera drásticamente en muchos países en las últimas semanas, pero ante la expansión de la contagiosa variante Delta se está empezando a ver un rebrote en todo el mundo, especialmente en Estados Unidos, que por su vasto territorio, alta concentración poblacional y masiva movilización mantiene el primer lugar de afectación a nivel global. En números absolutos, hasta ayer el acumulado de sus contagios era de más de 35 millones (de los cuales el 82.3% se recuperaron) y fallecidos 614.769.
Mientras su índice de vacunados, según el reporte este lunes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades es de 60,6% de los adultos y el 49,7% de la población total con el esquema completo de inmunización.
Y aunque este número de fallecidos es el mayor de un país en el mundo, no lo es así en dos variables que reflejan más fielmente la situación, como son la tasa de letalidad y los decesos por millón de habitantes. Así, mientras Estados Unidos registra 1.74% y 1.927, respectivamente, el andino Perú tiene 9.295 y 6.112, convirtiéndose en el país más golpeado por la pandemia
Los envíos a Colombia
En menos de un mes el aeropuerto Eldorado vio aterrizar con la ‘esperanza de vida’ para millones de colombianos, un carguero de la Fuerza Aérea y otro de una línea comercial cargados con las vacunas donadas por el gobierno norteamericano.
La primera entrega, de 2,5 millones de inmunológicos de Janssen (monodosis) fue el pasado 1 de julio y estuvo valorado en 25 millones de dólares. El 27 de julio se dio un nuevo aterrizaje de solidaridad con la entrega de 3,5 millones de dosis más, esta vez de Moderna, avaluadas en 52,5 millones de dólares para redondear los seis millones de vacunas que se convirtieron en refuerzo vital para la campaña de inmunización, ya que amplió la cobertura a más de cuatro millones de personas.
Si a esta donación de vacunas se suman las que Estados Unidos ha hecho a Colombia desde que inició la pandemia del covid-19, el monto de la inversión de dicho gobierno asciende a 122,7 millones de dólares lo que, sin duda, es una muestra indiscutible de la importancia que nuestro país tiene como socio global y regional para la administración norteamericana. La misma que en reiteradas ocasiones ha exaltado la estabilidad democrática y el férreo compromiso en la lucha contra las drogas ilícitas.
Estados Unidos se mantiene como líder global en la lucha contra la pandemia y su ‘arsenal’ de donaciones ha permitido que muchas naciones hayan tenido acceso, por primera vez, a una vacuna. Se da por descontado que este programa sea una prioridad en su agenda exterior, mientras que en la interior será convencer a quienes rechazan la inmunización, porque como lo dijo el presidente Biden, “el virus se mueve como un incendio forestal en la comunidad no vacunada” y así no se podrá declarar, en el mediano plazo, la independencia del virus.
Fuente y Fotografía Elnuevosiglo.com