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El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de Fedesarrollo dio un leve paso atrás (una virtual estabilización) al registrar una caída que de 0,3 % entre marzo y abril.

En efecto, el ICC se ubicó en -28,8 % el pasado mes, manteniendo la tendencia de deterioros que predomina desde los últimos meses del 2022 a raíz del desafiante panorama económico causada por la alta inflación, las peores condiciones financieras y un consumo privado que continúa en terreno contractivo.

En esta ocasión, la sensación menos favorable respecto al rubro de expectativas explicó el retroceso en la confianza como un todo. En concreto, dicho subíndice se ubicó en -18,3 % (-2,2 %) alcanzando un mínimo de dos años.

Tal visión futura menos optimista por parte de los hogares dejaría entrever cómo estos afrontan las menores perspectivas económicas para el corto y mediano plazo, así como las inquietudes frente a la agenda reformista que se encuentra tramitando el Gobierno.

En adición al anterior del indicador, el menor optimismo entre los hogares fue el resultado dominante. Los rubros de expectativas sobre las condiciones económicas del país al dentro de 12 meses, junto con la referida al bienestar del hogar al cabo de 1 año retrocedieron 5,5 % y 3,9 % frente a marzo.

Condiciones

Por su parte, aunque la sensación sobre mejores tiempos económicos durante el siguiente año se mostró resiliente al avanzar 2,9 %, el indicador continúa presionado a la baja al situarse en -36,5 %. En contrapartida, durante abril el rubro condiciones económicas actuales registró una evolución más favorable. Específicamente, este subíndice se recuperó hasta -44,7 % (+2,4 % mensual) como resultado de una mejora en la percepción de la situación económica vigente (+1,1 % mensual), así como la mejor sensación sobre la pertinencia del momento para la compra de bienes durables (+3,5 %).

Lo anterior estaría reflejando un mercado laboral fortalecido, así como un panorama inflacionario que, aunque se mantienen desafiante, cedió durante abril.

Al examinar por nivel de ingresos, la dinámica fue divergente con inclinación al pesimismo. Los segmentos de hogares de ingresos altos y bajos retrocedieron (4,6 % y 25 puntos, respectivamente), mientras que el segmento de ingresos medios se recuperó (2,8 %).

Esta inclinación hacía el pesimismo estaría en cierta medida evidenciando el deterioro del consumo privado, tal como lo hemos venido señalando en nuestros indicadores en tiempo real (aquí).

Desde la disposición para la compra de vivienda, vehículos y bienes durables, el balance se mostró resiliente. Si bien cayó la disposición a la compra de vivienda (-5,3 %), se evidenció una mayor disposición a la compra de bienes durables (+2,6 %) y a la compra de vehículos (+1,2 %).

En comparación con el mes anterior, se registraron las siguientes variaciones en el ICC: -19,6 % en Barranquilla, -3,0 %, en Cali, -1,7 % en Bucaramanga, 0,2 % en Bogotá y 9,2 % en Medellín

Créditos

De acuerdo con los investigadores del Bancolombia, “consideramos que estas mejoras podrían estar relacionadas con la ligera caída de las tasas de créditos de libre inversión en los últimos meses y la menor Tasa Representativa del Mercado frente al cuarto trimestre del 2022. No obstante, a nuestro juicio, no alcanza a ser un fundamental suficiente para motivar una recuperación sostenida”.

Señalan los analistas que “en adelante, la persistente inflación, las condiciones financieras internas, junto a las perspectivas menos favorables respecto al crecimiento económico mantendrían la confianza en terreno claramente pesimista. Además, el contexto marcado por la agenda de reformas que el Ejecutivo se encuentra tramitando implica que la incertidumbre local seguirá siendo elevada”.

En abril, el porcentaje de respuestas positivas respecto a si es un buen o mal momento para comprar bienes como muebles y electrodomésticos registró un balance de -53,0%, lo que representa un incremento de 3,5% en comparación con el mes anterior.

Al analizarlo por ciudades, se observó un incremento en la disposición a comprar bienes durables de 33,8 % en Cali y 3,0 % en Bogotá. Por otro lado, se evidenció una disminución de 1,6 % en Medellín, 4,4 % en Bucaramanga y de 28,1 % en Barranquilla respecto al mes anterior.

El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de Fedesarrollo dio un leve paso atrás (una virtual estabilización) al registrar una caída que de 0,3% entre marzo y abril.

 

En efecto, el ICC se ubicó en -28,8% el pasado mes, manteniendo la tendencia de deterioros que predomina desde los últimos meses del 2022 a raíz del desafiante panorama económico a raíz de la alta inflación, las peores condiciones financieras y un consumo privado que continúa en terreno contractivo.

En esta ocasión, la sensación menos favorable respecto al rubro de expectativas explicó el retroceso en la confianza como un todo. En concreto, dicho subíndice se ubicó en -18,3% (-2,2%) alcanzando un mínimo de dos años.

Tal visión futura menos optimista por parte de los hogares dejaría entrever cómo estos afrontan las menores perspectivas económicas para el corto y mediano plazo, así como las inquietudes frente a la agenda reformista que se encuentra tramitando el Gobierno.

En adición al anterior del indicador, el menor optimismo entre los hogares fue el resultado dominante. Los rubros de expectativas sobre las condiciones económicas del país al dentro de 12 meses, junto con la referida al bienestar del hogar al cabo de 1 año retrocedieron 5,5% y 3,9% frente a marzo.

Condiciones

Por su parte, aunque la sensación sobre mejores tiempos económicos durante el siguiente año se mostró resiliente al avanzar 2,9%, el indicador continúa presionado a la baja al situarse en -36,5%. En contrapartida, durante abril el rubro condiciones económicas actuales registró una evolución más favorable. Específicamente, este subíndice se recuperó hasta -44,7% (+2,4% mensual) como resultado de una mejora en la percepción de la situación económica vigente (+1,1% mensual), así como la mejor sensación sobre la pertinencia del momento para la compra de bienes durables (+3,5%).

Lo anterior estaría reflejando un mercado laboral fortalecido, así como un panorama inflacionario que, aunque se mantienen desafiante, cedió durante abril.

Al examinar por nivel de ingresos, la dinámica fue divergente con inclinación al pesimismo. Los segmentos de hogares de ingresos altos y bajos retrocedieron (4,6% y 25 puntos respectivamente), mientras que el segmento de ingresos medios se recuperó (2,8%).

Esta inclinación hacía el pesimismo estaría en cierta medida evidenciando el deterioro del consumo privado, tal como lo hemos venido señalando en nuestros indicadores en tiempo real (aquí).

Desde la disposición para la compra de vivienda, vehículos y bienes durables, el balance se mostró resiliente. Si bien cayó la disposición a la compra de vivienda (-5,3%), se evidenció una mayor disposición a la compra de bienes durables (+2,6%) y a la compra de vehículos (+1,2%).

En comparación con el mes anterior, se registraron las siguientes variaciones en el ICC: -19,6% en Barranquilla, -3,0% en Cali, -1,7% en Bucaramanga, 0,2% en Bogotá y 9,2% en Medellín

Créditos

De acuerdo con los investigadores del Bancolombia, “consideramos estas mejoras podrían estar relacionadas con la ligera caída de las tasas de créditos de libre inversión en los últimos meses y la menor Tasa Representativa del Mercado frente al cuarto trimestre del 2022. No obstante, a nuestro juicio, no alcanza a ser un fundamental suficiente para motivar una recuperación sostenida”.

Señalan los analistas que “en adelante, la persistente inflación, las condiciones financieras internas, junto a las perspectivas menos favorables respecto al crecimiento económico mantendrían la confianza en terreno claramente pesimista. Además, el contexto marcado por la agenda de reformas que el Ejecutivo se encuentra tramitando implica que la incertidumbre local seguirá siendo elevada”.

En abril, el porcentaje de respuestas positivas respecto a si es un buen o mal momento para comprar bienes como muebles y electrodomésticos registró un balance de -53,0%, lo que representa un incremento de 3,5% en comparación con el mes anterior.

Al analizarlo por ciudades, se observó un incremento en la disposición a comprar bienes durables de 33,8% en Cali y 3,0% en Bogotá. Por otro lado, se evidenció una disminución de 1,6% en Medellín, 4,4% en Bucaramanga y de 28,1% en Barranquilla respecto al mes anterior.

Fuente y Fotografía Elnuevosiglo.com

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Por Luisa Fernanda Arias

Periodista Colombiana y Editora del Portal Web www.radionoticiascasanare.com