Luego de superar el viernes la barrera de los $4.200 en su cotización intradía y cerrar con una TRM de $4.198,77, la más alta en su historia, el dólar podría ir a la baja esta semana pero continuará costoso, según los cálculos técnicos.
Aunque podría romperse la resistencia de los $4.200, y encaminarse en una ruta alcista que llevaría al billete verde a cotizarse cerca de los $4.400, no es muy seguro que la divisa tome ese rumbo, de acuerdo con los analistas.
El mismo ministro de Hacienda designado, José Antonio Ocampo, ha dicho que buena parte del comportamiento de la tasa de cambio se debe a factores externos, sobre todo al incremento de las tasas de interés en Estados Unidos.
En esto coinciden los mercados al señalar que el fortalecimiento del dólar no es solo un efecto local. En la región, diversas monedas han perdido valor en los últimos días y es que no hay certeza sobre el panorama económico mundial, que se debate entre la esperanza y los vientos de recesión.
Pero más allá del panorama regional y global, esta escalada no es solo atribuible a unos pocos factores. Tras superar el pico de $4.180 por dólar en marzo de 2020, al inicio de la pandemia de covid-19, la moneda nacional ha mantenido una tendencia alcista de largo plazo que no se rompe a pesar de las diversas correcciones a la baja.
El aumento desmesurado de los últimos días es equivalente a un brinco de cerca del 8% desde los $3.905 que marcaba el 19 de junio, día de las elecciones presidenciales ganadas por Gustavo Petro.
Con ello se ha presentado una devaluación que se ha acrecentado, llegando al 11,16% en lo corrido de este año y una pérdida de 5,47% si se compara con hace un año exactamente, de acuerdo con los datos del Banco de la República.
Aunque pueda que el dólar corrija su rumbo durante estos días, por ahora en los gráficos de los expertos no se ve un panorama que indique que la moneda caerá a niveles prepandemia, y mucho menos se espera que regrese a niveles inferiores a los del 2014, cuando la crisis de precios del petróleo devaluó el billete local, que se cotizaba alrededor de los $1.800 por dólar.
De seguir los análisis técnicos al día de hoy, se podría prever que el peso colombiano pueda rondar los $3.950 a final de año, como lo estipula el Marco Fiscal de Mediano Plazo. Pero más allá de una coyuntura política específica, son todos los temas económicos del globo los que empujarían a monedas emergentes hacia arriba frente al cada vez más poderoso dólar.
Fuente y Fotografía Elnuevosiglo.com